Son numerosas las veces que se ha probado los efectos positivos que la música puede tener en personas que sufren de Alzheimer. Desde problemas de memoria, hasta problemas en el estado de ánimo o en la conducta, son muchos los beneficios de la música.
No en vano, la música está “almacenada” en regiones cerebrales distintas a otras áreas como la memoria. Sin embargo, más importante aún, es el efecto del estado de ánimo y los afectos en la memoria. Esto, sumado a que los eventos del pasado siempre les son más fáciles de recordar, puede “obrar maravillas”.
Al fin y al cabo, son muchas las personas que sufren Alzheimer y, aunque no reconocen a sus seres queridos, recuerdan aquellas canciones que más les han emocionado en su juventud.
Índice
Beneficios de la música en el Alzheimer
Es mucho lo que aun queda por investigan al respecto, pero cada vez son más las investigaciones y las personas que comprueban los efectos que la música tiene en personas que sufren de Alzheimer.
La música afecta al estado de ánimo. Puede por ello ayudarnos con síntomas depresivos o de ansiedad. También nos recuerda momentos, eventos o personas del pasado. ¿Y cuántas veces nos hemos dado cuenta de jóvenes que no recordamos lo que estudiamos para el examen pero sí la letra de esa canción? Y es que la música también obra maravillas con la memoria.
Por todo ello, el uso de la música por parte de los cuidadores de una persona con Alzheimer es una herramienta muy útil para varios de los síntomas que más nos suelen preocupar de la enfermedad.
Beneficios de la música en la memoria.
Lo primero que necesitamos entender es que en realidad la memoria no es algo simple. La memoria es un conjunto complejo de capacidades permanentes que quedan almacenadas y pueden reproducirse en momentos diferentes de nuestra vida.
Esas capacidades que quedan almacenadas, sin embargo, no se quedan ahí. Las usamos para organizar nuestra historia y dar sentido a nuestra biografía. La forma en la que somos capaces de esa organización es a lo que llamamos recuerdo.
Esta distinción es importante ya que aunque en muchas ocasiones decimos “ha perdido memoria”, esto no es del todo exacto. En muchas ocasiones la persona no pierde realmente la memoria, si no la capacidad de acceder a la misma.
Aquí es donde entra la música. La música puede ser una forma de crear nuevos canales que permitan acceder a esa memoria. Nos permitirán por tanto dar sentido a nuestro pasado, e incluso a nosotros mismos.
No en vano, son muchos los que tienen problemas cognitivos o incluso lingüísticos y sin embargo cantan sim problemas canciones que aprendieron de jóvenes. La música produce nuevas asociaciones en el cerebro y puede incluso ayudarnos a recordar aspectos de nosotros mismos y dar sentido a la pregunta “¿Quiénes somos?”.
Además, dejando de lado la letra, también es importante el propio ritmo de la música. Éste puede ser usado para medir y trabajar problemas de atención y concentración, así como de percepción.
La persona puede trabajar así el darse cuenta de los cambios de ritmo, prestar atención a las tonalidades e incluso improvisar y cantar tonos por sí mismo.
Beneficios de la música en el lenguaje y la comunicación
Son muchas las personas que sufren Alzheimer y tienen problemas en el lenguaje y que han perdido capacidad de conversación y coherencia. Es sorprendente en cambio cómo esas personas parecen sufrir un cambio “mágico” mediante el uso de la música.
Tras el uso de la musicoterapia, muchas personas ganan en fluidez verbal y comienzan a usar más fácilmente el lenguaje espontaneo. Esto ocurre a pesar de que la persona en muchas ocasiones no sabe decir qué canción está cantando o quién es el autor de la misma.
La música también puede tener un efecto beneficioso en personas que muestran repeticiones verbales constantes. En muchas ocasiones un factor de riesgo para sufrir estas repeticiones es un exceso o una carencia en la estimulación que reciben o han recibido. Por ello, la música puede ayudar a calmar o estimular a estas personas.
La música, así como cantar la letra de una canción, es como montar en bicicleta. Es algo que tienes automatizado. No lo haces conscientemente, ni recuerdas a posta cada paso o cada palabra. sin pensarlo, automáticamente, “te sale solo”.
Este es el motivo por el que personas con la capacidad física de hablar y comunicarse, pero con dificultades para ello, pueden verse beneficiados. Además, tenemos que tener en cuenta también el factor emocional y no verbal de la comunicación. La música al fin y al cabo puede ayudarles a sentir mayor facilidad de transmitir su estado de ánimo o emociones aunque no sean capaces de expresarlo.
Beneficios de la música en el estado de ánimo
Las personas con Alzheimer a menudo tienen una serie de síntomas anímicos y psicológicos asociados. Entre ello, podemos encontrar ansiedad, depresión, agresividad, agitación, etc.
A su vez una persona que esté agitada puede tener muchas más disrupciones en el día a día. Ejemplos de ello son una mayor incidencia de caídas, empeoramiento de la calidad del sueño, rechazo a la hora de realizar actividades del día a día como aseo o comida, etc.
Todo esto además tiene otro efecto secundario: la sobrecarga del cuidador. Es muy complicado cuidar y atender a diario a una persona con una gran agitación o incluso agresividad. Por ello, empeora la salud del cuidador y amenaza la calidad de su cuidado.
La música puede ayudar a calmar y concentrar a la persona en la música y canciones que se están escuchando, disminuyendo mientras su atención en otras cosas o personas. Al mismo tiempo, después aumenta la interacción social de la persona con los demás. La música les puede ayudar a estar más animados y mejorar su capacidad de socialización.
Además, en muchas ocasiones el aumento de la agitación en actividades como ducharse, comer, dormir, etc., ocurre ante el exceso de estimulación y otros ruidos que “distraen” a la persona. La música relajante (ni demasiado estimulante ni aburrida) ayuda a disminuir la sensibilidad a otros ruidos y concentra y calma a la persona mientras hace una tarea.
Uso práctico de la música en personas con Alzheimer: conclusiones
Veamos las diferentes conclusiones que podemos sacar de lo aprendido.
- El uso de canciones conocidas y dotadas de significado para la persona puede mejorar la memoria, atención y concentración de la persona de la persona y facilitar su capacidad para recordar.
- La música es una fuente de estimulación social. Cantar y bailar con alguien es una forma de poder pasar tiempo de calidad juntos.
- Las canciones y las letras ayudarán a la persona con tareas de reminiscencia, comunicación y lenguaje.
- La música es una fuente de estimulación cognitiva que no se ve afectada por el desarrollo de la enfermedad. Personas en fases avanzadas también se ven beneficiadas por ello.
- La música ayuda en el estado de ánimo. Canciones relajantes, que no lleguen a ser aburridas, pueden ayudar tanto a la persona con Alzheimer como a su cuidador. Disminuye la agitación, mejora el ánimo y facilita socialización. Así, ayuda a la realización de tareas del día a día.
