La onicomicosis en personas es una infección crónica de difícil tratamiento, y a menudo asintomática. Por ello, es fácil que en muchas ocasiones los adultos mayores que la sufren quedan sin tratar de manera adecuada. Sin embargo, conocer esta infección es imprescindible para buscar ayuda, tratarla y prevenirla siempre que sea posible, y de la manera más adecuada.
Índice
Qué es la onicomicosis en personas mayores
Lo primero es entender qué es la onicomicosis. Es una infección crónica por hongos que puede afectar la lámina ungueal de las uñas, es decir, al cuerpo de la uña. Puede afectar tanto a las uñas de las manos como a la de los pies y como hemos explicado, tiende muchas veces a ser recurrente.
Como en numerosas ocasiones no produce apenas síntomas, puede ocurrir que cuando la persona pida ayuda la infección se haya extendido y cause daños más graves. A pesar de ello, sí hay ocasiones en las que los pacientes refieren que son muy dolorosas.
Suele ser una infección más común en hombres que en mujeres.
La onicomicosis puede tener causas muy variadas, pero suele estar producirá por dermatofitos, mohos y levaduras, siendo los primeros los más frecuentes de los tres, suponiendo entre un 60% y un 70% de estas infecciones.
Tipos de onicomicosis
La onicomicosis en personas mayores puede clasificarse según dos criterios diferentes: según la causa y según la clínica.
Onicomicosis según el factor causal
Tal y como hemos mencionado, según su causa, la onicomicosis puede clasificarse en tres tipos:
- Onicomicosis por dermatofitos: se produce cuando hay pequeñas erosiones en el borde, en el lateral o en la parte distal de la uña. Entonces, los hongos penetran en la misma. Al principio la afectación se produce a nivel superficial, pero posteriormente altera la queratina, en los casos más graves pudiendo llegarse a desprender la uña. La forma más común de transmisión suele ser en sitios húmedos donde se camina descalzo, como piscinas, termas, etc. Suele ser más frecuente en las uñas de los pies, pudiendo producir también lesiones cutáneas.
- Onicomicosis por mohos: producen lesiones similares al tipo anterior, si bien se producen tanto en manos como en pies. Si bien los criterios diagnósticos son difíciles de establecer, se suele determinar tras identificarlo repetidamente en varios cultivos y de una forma aislada.
- Onicomicosis por levaduras: se produce cuando hay pequeñas heridas, penetrando desde la piel o las mucosas. Suele producirse en las manos, ocasionando síntomas como dolor, enrojecimiento o sensación de entumecimiento.
Onicomicosis según el factor clínico
Según la clínica, la clasificación puede ser la siguiente:
- Onicomicosis subungueal distal: los síntomas más comunes suelen ser engrosamiento de la piel, desprendimiento de la lámina ungueal y estrías amarillentas. Suele ser hereditaria y puede afectar tanto a las manos como a los pies, siendo el tipo más frecuente.
- Onicomicosis superficial blanca: debe su nombre a las manchas blanquecinas que se generan en las uñas. Estas manchas aumentan de tamaño hasta cubrir la superficie completa de la uña, haciendo que esta se vuelva más frágil y se rompa con más facilidad. Suele ser más frecuente en los pies que en las manos.
- Onicomicosis subungueal proximal: es uno de los tipos más raros, y sin el adecuado tratamiento puede derivar en la perdida completa de la uña, pudiendo suceder tanto en manos como en pies. Es más frecuente en personas con problemas en el sistema inmune.
- Onicomicosis por cándida: cuando esta infección se produce por el hongo de la cándida da lugar a este tipo de onicomicosis, si bien puede presentarse de diferentes formas a su vez (como por ejemplo infección distal de la uña o candidiasis secundaria).
- Onicomicosis total distrófica: es un tipo de onicomicosis ocasionada por el agravamiento de cualquiera de los tipos anteriores, causando la destrucción total de la placa ungueal.
Tratamiento y prevención de la onicomicosis en personas mayores
Hay varias personas que consideran que la onicomicosis, especialmente cuando no va acompañada de síntomas, son meramente un problema estético y que por lo tanto el tratamiento no es necesario.
Sin embargo, además de que sí pueden llegar a producir síntomas graves, pueden suponer también un problema grave a la calidad de vida y el autoconcepto de las personas que lo padecen.
Además, especialmente en personas mayores, pueden acabar facilitando la permanencia de otros problemas como la celulitis.
El tratamiento médico consiste principalmente en un tratamiento tópico. Éste consiste en preparados con distintos componentes según el tipo y gravedad de la infección, y apenas causa, generalmente, efectos secundarios. Estos preparados suelen presentarse en forma de lacas, ya que penetran mejor en la uña, y se aplican en la totalidad de la misma.
También se puede aplicar un tratamiento sistémico, según indicación del profesional, para algunos casos. En otras ocasiones, en cambio, te pautarán un tratamiento combinado.
Lo más importante siempre no obstante es la prevención. Como medidas básicas, será importante:
- Seca bien tus uñas tanto en las manos como en los pies, así como la piel que les rodea.
- Protege las uñas de productos químicos como los detergentes, usando guantes.
- Mantén las uñas cortas y limpias. Limpia las uñas, especialmente la suciedad que se acumula bajo las uñas y en el borde de las mismas.
- Evita compartir calzado.
- Usa calzado transpirable y calcetines de algodón, cambiándolos cuando sea necesario, evitando la humedad.
- Acude al profesional cuando sea necesario, detectando las alteraciones que haya en las uñas y comunicándolas lo antes posible.
