El síndrome del mirador de escaparates es una de las principales causas de incapacidad para las personas mayores. Es una de los motivos principales de consulta en neurología, y tiene una gran afectación en la vida diaria del paciente.
Suele afectar con mayor frecuencia a la población mayor, empezando a surgir habitualmente en personas a partir de los 45 años al menos. Trataremos de entender qué es, por que ocurre y qué podemos hacer ante ello.
Índice
Entendiendo qué es
Desde luego, el nombre es bastante descriptivo. Se llama así porque la persona que lo sufre no puede andar demasiado tiempo antes de tenerse que parar.
El síndrome del mirador de escaparates es el nombre más conocido. La enfermedad se llama estenosis del canal lumbar. Consiste en un estrechamiento de los diámetros del canal lumbar, por donde, a través de la columna vertebral, pasa la médula espinal.
Esto provoca que los nervios que transcurren por esa zona de la médula espinal queden comprimidos.
Debido a ello, la persona que sufre la enfermedad siente dolor, hormigueos y molestias en la zona lumbar. Esto afecta a su capacidad de andar. Por ello, se ven en la obligación de detenerse cada cien metros aproximadamente, para esperar el alivio de los síntomas. De ahí su nombre.
Causas del síndrome de mirador de escaparates
Puede haber varias posibles causas que provoquen que las vértebras se estrechen, veamos algunas de ellas:
- Escoliosis: Esto es una curvatura excesiva en la columna vertebral
- Artrosis: Degeneración de las articulaciones. En este caso, afectaría a las articulaciones situadas entre las vértebras en la columna vertebral.
- Espondilolistesis: Una vértebra se desplaza sobre la que tiene debajo, hacia delante.
- Hernia discal: el disco intervertebral se desplaza y aplasta los nervios en su raíz.
Tratamiento de la enfermedad
Lo primero de todo, será acudir a tu médico en cuanto empieces a notar los síntomas. Tendrá que hacer un diagnóstico diferencial para comprobar lo que está ocurriendo, ya que hay otras enfermedades muy similares. Principalmente, pacientes con mala circulación periférica tendrán síntomas muy similares.
En estos casos, la persona tendrá una obstrucción en las arterias abdominales y en las extremidades.
Los tratamientos en ambas enfermedades son muy distintos. En este segundo caso, el objetivo será detener en la medida de lo posible el avance de la enfermedad.
En el caso de estenosis del canal lumbar, el tratamiento serán técnicas quirúrgicas. Estas pueden variar en el grado de agresividad. A menudo, implica la colocación de tornillos y placas de titanio.
Sin embargo, en aquellos casos en los que las técnicas más “tradicionales” no son apropiadas, el médico pondrá en marcha una cirugía.
Ésta consistirá en colocar un espaciador entre las vértebras. De esa forma, se ampliará el espacio del canal y de los orificios por los que salen los nervios.
La cirugía es una técnica a penas invasiva, que no dura más de 30 minutos. En un par de semanas, será posible volver a llevar una vida normal.
Prevención de la estenosis del canal lumbar
Como hemos visto, el tratamiento es de hecho viable, y tiene buenas previsiones. Sin embargo, se puede tratar de evitar sufrir la enfermedad en primer lugar, siempre que sea posible.
Como suelen decir, “nada está asegurado”. Sin embargo, si haces todo lo que está en tu mano, mejorarás tus posibilidades. Veamos las principales medidas que puedes tomar:
- Evitar la realización de grandes esfuerzos: a menudo no medimos nuestras propias capacidades, y nuestras fuerzas. Descansar, tomar las medidas adecuadas para evitar hacernos daño… en resumen, “actuar con cabeza” puede beneficiarnos más de lo que nos podemos imaginar.
- Mantener una buena higiene postural: lo vemos a diario, tanto en nosotros mismos como en los demás. En el trabajo, en el transporte, en el coche, en el sofá… rara vez nos sentamos bien. Estamos mucho tiempo sentados, y no siempre rectos. De hecho, un gran numero de los problemas que ven los fisioterapeutas a diario se debe a problemas y dolores derivados de trabajadores que están a diario delante del ordenador.
- Realización de ejercicio: aunque pueda sonar a “disco rayado”, sí, hacer ejercicio ayuda. Es importante, no obstante, hacerlo de una forma adecuada a tu situación, necesidades, etc. Será importante, por ejemplo, evitar actividades de impacto. Revisa tu calzado y por dónde caminas, corres, etc.
- Lleva una vida sana: comer bien, evitar ingesta de alcohol y consumo del tabaco, evitar la obesidad… lleva una vida activa, pero también tomate descansos cada cierto tiempo.