El glaucoma en personas mayores

El glaucoma en ancianos

El glaucoma en personas mayores es un problema que puede llegar a causar diferentes síntomas, pudiendo llegar a la ceguera. Es por ello que puede llegar a preocupar a muchas personas. ¿Qué es? ¿Tiene síntomas importantes? ¿Cómo puedo detectarlo? ¿Y prevenirlo?

Trataremos de responder a todas esas preguntas

Qué es el glaucoma en personas mayores

Según envejecemos, es frecuente poder tener diferentes problemas de visión. No es correcto sin embargo quedarse en esa generalidad. No todas las personas son afectadas por los mismos problemas o de la misma manera.

Hay muchos factores por los que una persona mayor puede desarrollar problemas de visión en general, y glaucoma en particular, siendo el factor hereditario uno de los más importantes.

Otros factores como enfermedades previas también son de excesiva importancia. Entre las más comunes están la hipertensión arterial y la diabetes.

El glaucoma una enfermedad que afecta al nervio óptico. Es producido cuando el humor acuoso que el ojo produce de forma habitual se acumula, en lugar de evacuarse a través del ángulo de drenaje. Cuando eso pasa, la presión del ojo aumenta, presionándose el nervio del ojo.

Éste nervio a su vez está formado por muchas fibras nerviosas. Cuando fruto de esa presión esas fibras mueren, se producen ángulos ciegos en la visión. Si eso continúa ocurriendo, el glaucoma puede llegar a producir ceguera.

Tipos de glaucoma

Habiendo entendido finalmente lo que es el glaucoma y por qué se produce, nos podemos hacer una mejor idea de lo que implica. Sin embargo, no todas las personas que sufren de glaucoma experimentan lo mismo. Por el contrario, hay muchos tipos diferentes de glaucoma.

Podemos dividir el glaucoma en subtipos en función de diferentes criterios. Si lo dividimos según su causa, tendremos los siguientes tipos:

  • Glaucoma de ángulo cerrado: es muy poco frecuente, pero bastante grave. Se produce porque el ángulo que hay entre el iris y la córnea se cierra. Al ocurrir esto, el humor acuoso no puede filtrarse adecuadamente, y se acumula.
  • Glaucoma de ángulo abierto: es mucho más frecuente. En este tipo de glaucoma el ángulo entre el iris y la córnea permanece dentro de los parámetros normales. A pesar de ello, el humor acuoso se filtra a velocidades muy lentas. Su avance puede ser bastante lento. Su gravedad radica en que es fácil que, en momentos iniciales, cuando es más fácil incidir en el problema, puede no presentar síntomas. Por ello, no es raro que no se detecte hasta que no sea tarde.
  • Glaucoma congénito: es más frecuente en niños pequeños y bebés que en personas mayores. Se produce cuando el bebé nace con un defecto en el ángulo de drenaje del ojo.
  • Glaucoma secundario: este tipo de glaucoma no se manifiesta al nacer, si no que es consecuencia a su vez de otra afección médica. Entre las casusas más frecuentes están la diabetes o incluso la sobre ingesta de algunos medicamentos.

Síntomas del glaucoma en personas mayores

Ya nos hacemos una mejor idea de las posibles causas del glaucoma, así como de los tipos que podemos encontrar en función de ello. Según eso, el avance de la enfermedad puede ser distinto. No todas las personas con glaucoma tienen los mismos síntomas, ni los presentan a la vez.

A pesar de ello, sí podemos establecer los síntomas más comunes asociados al glaucoma en la vejez:

  • Cefaleas e intensos dolores de cabeza
  • Sensaciones molestas en los ojos
  • Enrojecimiento ocular
  • Visión borrosa
  • Presencia de algunos puntos ciegos de forma aleatoria
  • Brillos y puntos luminosos en la vista, así como destellos, halos, etc., ya que no se interpretan adecuadamente los estímulos luminosos
  • Disminución de la agudeza visual

¿Cómo prevenir el glaucoma?

Lo más importante para el tratamiento del glaucoma es poder detectarlo a tiempo. Por ese motivo, conocer los síntomas y entender la enfermedad es de vital importancia. De esa manera, ante cualquier duda, podemos ir al médico y evitar que la enfermedad avance hasta ser demasiado tarde.

No obstante, como con cualquier otra dolencia o enfermedad, siempre que se pueda la prevención es lo más idóneo. Es importante hacer todo lo que esté en nuestra mano. Por ello, veamos cuáles son las medidas de prevención más importantes:

  • Acude a tus revisiones oculares con regularidad: la mejor manera de que el oculista pueda detectarlo a tiempo es hacerte las revisiones pertinentes que tengas pautadas. Es ahí cuando podrán verlo mejor, ya que pueden darse cuenta antes de que hayas comenzado a presentar síntomas.
  • Ten especial precaución si tienes antecedentes de glaucoma en tu familia. Si es el caso, avisa a tu oculista para poder hacerte exámenes de forma más frecuente.
  • Evita ciertos alimentos como la cafeína, el azúcar, la sal y carnes rojas, especialmente si ya tienes glaucoma y quieres ralentizar su avance.
  • Consulta con tu profesional de referencia qué colirios puedes usar. Si usas gotas con receta médica, éstas pueden ayudar a cuidar tu salud ocular, aunque no tengas glaucoma.
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