El aumento de la confusión durante la noche en personas mayores con demencia

Síndrome vespertino en personas mayores

El aumento de la confusión durante la noche en personas mayores con demencia es algo muy frecuente.

En primer lugar, es importante entender que cada persona con demencia, a pesar de sufrir la misma enfermedad, puede llegar a tener síntomas y particularidades diferentes. Al fin y al cabo, todos somos distintos.

A pesar de ello, hay ciertas “reglas” generales, principios, que se suelen dar muy a menudo.

Uno de ellos es que hay diferentes momentos del día en el que la persona mayor con demencia suele estar más confundido y desorientado.

Curiosamente, es muy común que según anochece, las personas con demencia vayan empeorando. Por ese motivo, hacia el final de la tarde se comienzan a poner más nerviosas, están más agitadas, más desorientadas y más confusas. Esto va en aumento hasta llegar a su cúspide durante la noche.  Esto se puede llegar a producir en muchas personas, y en muchas ocasiones. Sin embargo, ¿por qué ocurre? ¿y se puede hacer algo al respecto?

El aumento de la confusión durante la noche en personas mayores con demencia: ¿Qué es? ¿Cómo ocurre?

Lo primero, como siempre, es entender qué está ocurriendo para hacernos una idea de la situación. Además, eso nos ayudará a poderlo detectar si le ocurre a una persona cercana. Solo así seremos capaces de afrontarlo con éxito y lograr ayudar a la persona mayor de la mejor forma posible.

Como hemos mencionado, las personas mayores diagnosticadas con demencia a menudo se comienzan a sentir más desorientadas y confusas según va a anocheciendo, y comenzando por la tarde de forma muy frecuente.

A ese hecho se le llama síndrome crepuscular o síndrome vespertino. A pesar de ello, como explicamos, no es una enfermedad en sí misma, si no un conjunto de síntomas dentro de ella.

La confusión puede causar o ir acompañada de otros síntomas y conductas, como aumento de la agresividad y agitación de la persona. Veamos con más profundidad los principales síntomas que suelen aparecer:

  • Aumento de la agitación y la agresividad: puede incluir desde mostrarse física o verbalmente agresivos con otras personas, hasta tirar objetos que encuentren a su alrededor.
  • Mayor confusión y desorientación: La persona puede tener mayores dificultades para reconocer a otras personas, o recordar quiénes son, qué fecha es, qué están haciendo o qué “toca” hacer ahora.
  • Presencia de conductas de deambulación: es frecuente que, con mayor desorientación y más nervios, la persona mayor comience a dar vueltas por la casa o por la habitación, sin rumbo o fin aparente.
  • Cambio de los ritmos diarios: eso es, por ejemplo, cuando parece que la persona “tiene el ritmo cambiado”. Es decir, durante la noche aumenta el nivel de actividad. Esto hace que estén más cansados y a menudo, durante el día, tienen más sueño, disminuyendo su nivel de actividad. A consecuencia, acaba produciéndose una retroalimentación. Como se suele decir, es “la pescadilla que se muerde la cola”.

Principales causas, ¿por qué ocurre?

Ya entendemos mejor qué es. Sin embargo, eso no siempre nos va a ayudar a poder hacer algo al respecto. Antes de ver posibles actuaciones que podrían beneficiar a la persona mayor, analicemos las posibles causas que están favoreciendo que esto pueda ocurrir:

  • Mala iluminación. La presencia de sombras, que dificultan que la persona pueda ver y discriminar bien lo que ocurre, pueden aumentar la desorientación y la agitación con mucha facilidad. Por ello, ante la falta de luz solar durante la noche, una mala iluminación con luz artificial puede aumentar el riesgo de que estos síntomas tengan lugar.
  • Cambios bruscos en la rutina y en las actividades del día a día. También pueden ser cambios importantes en el ambiente habitual de la persona. Las rutinas y la estabilidad ayudan a las personas mayores con demencia a estar más tranquilos. Por eso, por el contrario, la ruptura de esta estabilidad puede causar todo lo contrario.
  • Aumento significativo de la fatiga. No es raro de pensar. Cualquiera de nosotros puede estar nervioso o de mal humor si se encuentra mal, si no ha dormido bien o si está muy cansado. Cuando más cansados estemos, más nerviosos es posible que nos pongamos. Las personas con demencia no son la excepción.
  • Problemas emocionales como depresión, soledad, etc. Igual que en el punto anterior, esto en realidad es común para muchos tipos de personas. No solo pueden afectar los problemas físicos. Cuando no estamos bien emocionalmente nos cansamos, frustramos, ponemos nerviosos… el sol y la luz a menudo pueden ayudar a paliar estos síntomas, pero si lo unimos al resto de circunstancias hace que ese momento del día, cuando no hay sol, sea más complicado que el resto. También puede empeorar si hay determinado miedo a la oscuridad, o si en general la persona siente temor a que puedan robar, entrar en casa, etc.
  • Otras enfermedades o problemas físicos, como el hambre o la sed, o determinadas infecciones. También ciertos medicamentos pueden aumentar las posibilidades de que esto ocurra.
Síndrome vespertino en personas mayores

Cómo prevenir el aumento de la confusión durante la noche en personas mayores con demencia

Sabiendo qué es lo que causa frecuentemente que estos síndromes tengan lugar, podemos hacernos una idea de qué clase de actuaciones pueden ser de utilidad para evitar que ocurra o para, al menos, paliar los síntomas. Veamos las principales ideas:

  • Aumentar la luz que recibe la persona mayor durante el día. Tanto la luz solar por el día, sobre todo por la mañana, como la luz artificial si no es posible y durante la noche. esto ayudará a orientar, estabilizar y regular a la persona y sus ritmos. Para mejorar esto, además, será importante mantener los ritmos día-noche. Empieza por evitar, siempre que puedas, que la persona mayor duerma durante el día.
  • Proporcionar un entorno estable y tranquilo. Las rutinas del día a día ayudarán a evitar la desorientación. Las habitaciones tranquilas y agradables a calamar a la persona. Una temperatura cálida e incluso la música ambiente agradable ayudarán a producir este efecto.
  • Realización de ejercicio antes de ir a la cama, pero no inmediatamente antes. Lo ideal es que la persona mayor se canse, pero después de hacer ejercicio los niveles de actividad cerebral y físicos de la persona impedirán que concilie el sueño.
  • Evita alimentos que despierten más a la persona, sobre todo después de comer, como por ejemplo el azúcar o la cafeína.

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