Cómo prevenir accidentes en las personas mayores es mucho más que simplemente prevenir caídas. A medida que envejecemos, la seguridad en el hogar y en entornos externos se vuelve primordial para prevenir accidentes y garantizar el bienestar de nuestros seres queridos mayores.
Por esa razón, es de vital importancia explorar y comprender cómo prevenir una variedad de accidentes comunes. Desde lesiones en el hogar hasta situaciones de riesgo fuera de él, es importante ser consciente de los desafíos y cómo enfrentarnos a ellos. Estas precauciones no solo fomentan la seguridad, sino que también promueven una vida activa y saludable para las personas mayores.
Accidentes en el hogar
Existen numerosos riesgos en el hogar que, dependiendo de la situación y el estado de la persona mayor, pueden suponer un riesgo. Es crucial adoptar un enfoque preventivo para minimizar las posibilidades de accidentes. A continuación, exploraremos algunas áreas de riesgo comunes y proporcionaremos recomendaciones para crear un entorno doméstico más seguro.
Evaluación del entorno:
Involucra desde evaluar la disposición de muebles y obstáculos para prevenir caídas hasta ajustes para mejorar la iluminación. La visibilidad en áreas propensas a accidentes puede ser en ocasiones algo baja, lo que aumentará el riesgo de caídas. También será importante revisar alfombras, mesas que dificulten el paso, etc.
Utilización de elementos de apoyo:
Cuando la movilidad puede ser algo baja, es importante usar dispositivos de apoyo para aumentar la seguridad. Desde barandillas y pasamanos, como otros productos de ayudas técnicas como bastones, andadores o sillas de ruedas. También podría ser interesante usar calzado antideslizante en interiores.
Almacenamiento seguro:
Deberemos almacenar objetos y utensilios de tal manera que evitemos caídas y golpes accidentales. También son necesarias precauciones para guardar objetos pesados y afilados.
Control de temperaturas:
Regular la temperatura del hogar es importante para evitar temperaturas extremas de frío o calor. Por supuesto, siempre hay medidas adicionales como calentadores, mantas o una adecuada ventilación. Además, ajustar la temperatura del agua puede evitar quemaduras en el baño y en la cocina. Además, podemos tomar otras precauciones al utilizar electrodomésticos como planchas y hornos.
Equipamiento de seguridad:
Podría ser necesario instalar detectores de humo y extintores de incendios en el hogar. Además, es de suma importancia llevar al día la revisión del gas si nuestra cocina no tiene vitrocerámica, y hacer revisiones regulares de la red eléctrica, para evitar enchufes en mal estado que puedan causar accidentes.
Intoxicaciones:
Toma las precauciones necesarias a la hora de almacenar los medicamentos, eligiendo un lugar adecuado en temperatura y grado de humedad. Ten en cuenta la fecha de caducidad de medicamentos y alimentos y conserva los productos de limpieza siempre etiquetados. Evita así mismo automedicarte. Si notas cualquier síntoma de intoxicación, llama inmediatamente al médico.
Prevención de atragantamientos:
Prepara los alimentos en porciones lo suficientemente pequeñas siempre que sea necesario. También sería oportuno evaluar la necesidad de usar espesantes para líquidos si la persona tiene dificultades en la deglución.
Adoptar medidas preventivas en el hogar puede marcar la diferencia en la seguridad y bienestar de las personas mayores. La atención cuidadosa a detalles como la disposición del mobiliario, el almacenamiento seguro y la conciencia de los riesgos potenciales contribuirán a crear un entorno hogareño más seguro y acogedor.
Accidentes fuera del hogar
Fuera del hogar también es importante tomar precauciones, desde caminar por la calle hasta participando en actividades. Veamos los principales consejos:
Caminar con seguridad:
Es importante andar usando los productos de apoyo oportunos, además de con un buen calzado y tomando los descansos necesarios.
Ve siempre debidamente identificado:
Llevar el DNI y el contacto en caso de emergencia puede ayudar si la persona se cae, se pierde, etc., a que los dispositivos de seguridad puedan funcionar.
Otras recomendaciones
Además de adoptar medidas específicas para prevenir accidentes, hay prácticas generales que contribuyen significativamente al bienestar de las personas mayores. Estas recomendaciones abordan aspectos clave de la salud y el envejecimiento activo:
Revisiones médicas regulares:
Hacerse revisiones médicas periódicas es fundamental para detectar y abordar problemas de salud antes de que se vuelvan críticos. Programar chequeos regulares con el médico ayuda a monitorear el estado de salud general y a tomar medidas preventivas tempranas.
Revisión de la visión y audición:
La pérdida gradual de la visión y audición es común con el envejecimiento. Realizar exámenes regulares de la vista y audición garantiza una detección temprana de problemas, permitiendo la corrección o adaptación adecuada para mantener la calidad de vida.
Ejercicio físico:
La actividad física es esencial para mantener la movilidad, la fuerza y la salud cardiovascular. Un programa de ejercicio adaptado a las capacidades individuales ayuda a prevenir la pérdida de masa muscular, mejora la circulación y contribuye a la salud mental y emocional.
Mantener una dieta equilibrada:
La alimentación e hidratación equilibradas proporciona los nutrientes necesarios para la salud óptima. Una dieta rica en frutas, verduras, proteínas magras y grasas saludables ayuda a mantener la energía, la musculatura y la salud
Estas recomendaciones no solo se centran en la prevención de accidentes, sino que abordan aspectos integrales del bienestar. Al incorporar estas prácticas en la rutina diaria, las personas mayores pueden disfrutar de una vida más saludable, activa y satisfactoria. La combinación de medidas específicas y prácticas generales crea un enfoque holístico para el cuidado y la protección de nuestros seres queridos mayores.
