La ataxia en personas mayores

Ayudas técnicas

La ataxia en personas mayores puede llegar a ser muy discapacitarte. También es un trastorno muy desconocido. Como todos los trastornos, sin embargo, detectarlo a tiempo puede marcar la diferencia acerca de cómo tratarlo y su pronóstico.

Conozcamos y entendamos entonces la ataxia en personas mayores, y qué hacer al respecto.

Qué es la ataxia

La ataxia es un trastorno que se caracteriza por la disminución de la coordinación a la hora de realizar movimientos. Puede englobar muchos síntomas, como el temblor o la dificultad para caminar recto, la dificultad para hacer movimientos con precisión, etc.

Lo primero que es necesario entender acerca de la ataxia es que realmente no es una enfermedad. En realidad, es un síntoma que puede deberse a muchas causas, como enfermedades neurodegenerativas, etc.

La ataxia puede comenzar a manifestarse a cualquier edad. Es además un trastorno progresivo. Por ello, puede comenzar con alguno síntomas iniciales, como la dificultad para caminar recto. Sin embargo, seguramente con el tiempo, y si no recibe el tratamiento adecuado, puede ser altamente discapacitante.

Tipos de ataxia

Hay muchos tipos de ataxias diferentes. En realidad, podemos encontrar hasta más de 200. Sin embargo, podemos tratar de hacer una clasificación lo más sencilla posible.

La ataxia puede dividirse en función del origen de la misma. Así, tendremos ataxias hereditarias y no hereditarias. Al mismo tiempo, cada una de ellas se subdivide a su vez en varias diferentes. Veámoslo a continuación:

Ataxias hereditarias

Dentro de este tipo, podemos subdividir las ataxias según si es de transmisión dominante o recesiva. Veámoslo a continuación.

  • Ataxia de trasmisión autosómica dominante. Los seres humanos tenemos los cromosomas por pares. Por ello, cada gen tiene dos copias, una de cada padre. Al ser este tipo de ataxia hereditaria dominante, un solo desorden en uno de los genes transmitido por uno de los padres es suficiente para padecerlo. Puede ser a su vez:
    • Espinocerebelosas: los síntomas, edad de aparición, etc., varían según la mutación específica que se haya producido.
    • Episódica: comprende episodios breves de diferente duración, y tiene mejor tratamiento y pronóstico.
  • Ataxia de transmisión autosómica recesiva. Como su propio nombre indica, en este caso la transmisión es recesiva. Por ello, es necesario que ambos padres lo padezcan y transmitan para padecerlo. Puede ser a su vez:
    • De Friedreich: producida por lesiones en el cerebelo, la médula espinal y los nervios periféricos. Tiende a avanzar hacia los brazos y el tronco. Debilita los músculos y causa deformidades, especialmente en los pies, las piernas y las manos
    • Telangiectasia: afecta a diferentes órganos y causa debilitamiento en el sistema inmune.
    • Cerebelosa congénita: consecuencia de un daño en el cerebelo al nacer.
    • De Wilson: ataxia producida a consecuencia de acumular cobre en el cerebro, el hígado y otros órganos.

Ataxias no hereditarias

Estas ataxias son diferentes según la persona, por lo que su clasificación resulta más compleja. Pueden deberse a anomalidades congénitas, metabólicas, etc. También pueden producirse a consecuencia de un traumatismo, una infección o por tumores en el cerebelo. Una parada cardiaca o respiratoria o una hemorragia cerebral también son posibles causas.

Tratamiento de la ataxia en personas mayores

El tratamiento y el pronostico de la ataxia en personas mayores se deberá a su causa.

Por ejemplo, en caso de que sea consecuencia de enfermedades como esclerosis múltiple o parálisis cerebral, su tratamiento no será posible. Sin embargo, si se debe a ciertos medicamentos, la ataxia desaparecerá al corregir el tratamiento.

A pesar de ello, son varias las cosas que podemos hacer para mejorar la calidad de vida de una persona mayor que sufre de ataxia:

  • Fisioterapia: ayudará para mejorar la coordinación y la capacidad de movimientos. Con ello, la persona podrá mejorar su autonomía en el día a día.
  • Tratamiento médico: con medicación, se podrán tratar los síntomas de la ataxia, como depresión, rigidez, temblores, etc.
  • Terapia ocupacional: mejorará la adaptación para la realización de las actividades tanto básicas como instrumentales de la vida diaria.
  • Logopedia: para mejorar tanto el habla como la capacidad de tragar de la persona, que a menudo se ven afectadas.
  • Terapia psicológica: ayudará a mejorar y tratar síntomas como la depresión o ansiedad, y proporcionará apoyo emocional.
  • Ayudas técnicas: ciertos aparatos como andadores, utensilios modificados para ayudar a comer, dispositivos para facilitar el habla, etc.
  • Relaciones sociales de calidad: puede resultar obvio, pero ante las dificultades, necesitamos a los nuestros. Que nos comprendan y nos apoyen es importante. Hay que evitar en cambio incapacitar más a la persona. Tratemos de animarle y ayudarle para ganar la mayor independencia posible, pero sin dejarle solo.
La ataxia en ancianos

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