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Depresión en personas mayores: Síntomas, causas y cuidados

La vitalidad de una persona no solo recoge todo lo concernientes al estado físico, sino también al estado emocional y moral. Ocurre lo mismo con las personas mayores en edad avanzada. Una de estas consecuencias de no cuidar del estado emocional de personas ancianas es la depresión. La senectud está íntimamente relacionada con la soledad y la depresión. Estas son las maneras mediante las que identificar los síntomas y causas y saber cómo tratar a una persona mayor con depresión.

En muchas ocasiones vemos a las personas mayores bajo ciertos prejuicios, que en ciertas circunstancias nos llevan a normalizar en ellos sentimientos de tristeza y apatía.

Quitarnos dichos prejuicios sobre las personas mayores es de suma importancia, y el de su estado de ánimo es uno de los más importantes. Las personas mayores, al igual que cualquier otra persona, pueden sufrir y sufren de depresión, pero debido a esta circunstancia, la depresión en personas mayores está subdiagnosticada, y por lo tanto, no está lo suficientemente tratada.

Síntomas de la depresión en las personas mayores

En muchas ocasiones asociamos la depresión con síntomas de tristeza, pero estar triste no siempre es algo que desde fuera resulte tan evidente, sobre todo cuando tratamos con personas mayores. Por ello, hay otros síntomas que hemos de tener en cuenta para ser capaces de reconocer una posible depresión en mayores:


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Aburrimiento o apatía

El disminuir las ganas de hacer cosas, o perder la ilusión que se tiene sobre ciertas actividades, puede responder a una depresión. Esto puede cursar con indiferencia aparente por lo que rodea a las propias personas mayores. No quieren ni tratan de hacer cosas, tomar decisiones o interesarse por lo que les acontece.

Nerviosismo, irritabilidad o inquietud

El aumento de estos síntomas no necesariamente implica un deterioro cognitivo, puede deberse a que las personas mayores estén desarrollando depresión. Pero suelen relacionarse los estados de nervios, tensión, inquietud o irascibilidad. Sobre todo para personas que en su vida no han sido así.

Inseguridad y autoestima baja

Aumento de los sentimientos de inseguridad, autorreproches, disminución de la autoestima, etc. Aun si no asocian estos sentimientos a la tristeza, no podemos pasarlos por alto.

Pérdida de sueño y alimentación

Una persona mayor deprimida muestra una clara alteración de los ritmos habituales de alimentación o sueño, habitualmente comiendo menos y desarrollando insomnio.

Delirios y miedos

Delirios o creencias irracionales que, de nuevo, no tienen por qué responder a trastornos cognitivos, sino que pueden deberse a la depresión.

Posibles causas de depresión en personas mayores

Hay diversos factores que pueden aumentar el riesgo de que las personas mayores desarrollen depresión. Entre ellos, está el ser mujer, el tener deterioro cognitivo o tener otras enfermedades discapacitantes, como dificultades de visión o accidentes cerebrovasculares.

Otras causas que pueden precipitar la depresión en personas mayores son cambios bruscos en su vida, como por ejemplo, cambios de domicilio o fallecimiento de personas cercanas o el aumento de la dependencia o pérdida de la sensación de independencia.

También afectan otros aspectos de la personalidad, como la excesiva necesidad de orden y perfeccionismo, el aprendizaje de respuestas ante situaciones de tensión o dificultad, la sensación de pérdida de economía o apoyos, etc. Ciertos fármacos o la ingesta de alcohol también pueden empeorar la situación.

Ya sabemos qué es la depresión y por qué puede ocurrir. Ahora, ¿qué se puede hacer?

Qué hacer con las personas mayores deprimidas

Lo primero, y ante todo, es avisar al profesional de referencia, como al neurólogo, y transmitirle nuestras sospechas. Es importante que el neurólogo esté al corriente de todo: qué hemos detectado, qué aspectos vienen de antes y cuáles son nuevos, qué nos preocupa, qué hábitos alimenticios tiene y qué fármacos está tomando, etc.

Un diagnóstico precoz puede ser vital para poder tratar adecuadamente la depresión, pero también es de suma importancia que una vez el diagnóstico esté dado, las personas mayores continúen acudiendo a todas las revisiones, pues también hay que evitar la cronicidad del tratamiento.

Cómo cuidar en casa de una persona anciana con depresión

Desde casa también hay ciertas pautas que podemos llevar a cabo para paliar este estado de ánimo e intentar evadir pensamientos negativos de estas personas mayores:

No forzarles a algo

Evitar forzar sentimientos positivos en las personas mayores. A menudo, tratamos de que se olviden de lo que estaban pensando o intentamos convencerles de que lo que ven, piensan o sienten no es así. Esto ha demostrado ser contraproducente.

Darles espacio y comunicarse

Por el contrario, es importante darles espacio y permitirles expresarse. Podemos tranquilizarles, indicándoles que lo que sienten es normal, sin restarle importancia, y explicándoles que es temporal, y que se pueden sentir mejor. Es importante reconocer los avances que vayan produciéndose.

Ayudarles a encontrar sus gustos

Podemos reconducir la situación, focalizando su atención a algo que le guste o le provoque más placer, algo que disfrute, sin forzar la situación. También es importante fomentar el diálogo y la flexibilidad, que se sientan escuchados y que perciban que tanto ellos como lo que sienten es importante, y que tratamos de respetarlo.

Todo ello puede mejorar el pronóstico de la depresión, y puede ayudarnos a darnos cuenta de que, como se suele decir, hay luz al final del túnel. Necesitamos tener optimismo y, sobre todo, mucha paciencia.

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