Una de las causas principales por las que muchas personas mayores acuden al médico es la retención de líquidos de forma anormal en manos, piernas y tobillos. Esto es lo que se conoce como edema.
Además, la llegada del calor empeora los síntomas y causando un aumento del peso y una mayor falta de comodidad. Afecta más a mujeres que a hombres y, mal tratada, puede llegar a ser problemática.
Por ello, comprender los síntomas y causas de la retención de líquidos, y sobre todo aprender qué debemos hacer ante ello, puede ser de suma importancia.
Índice
Síntomas de la retención de líquidos en personas mayores
Entre los síntomas más característicos de la retención de líquidos, especialmente en personas mayores, podemos encontrar el incremento del volumen de las extremidades. Esto es debido a una hinchazón de pies y tobillos, así como manos y dedos inflamados. Puede ser regional o afectar a todo el organismo.
Las extremidades afectadas, además, tienden a mostrar una mayor sensibilidad. La piel también puede mostrar un mayor enrojecimiento e incluso picar. Las piernas pueden hormiguear o podemos sentir calambres. También es común la aparición de varices.
Aumenta el peso de la persona debido a la mayor retención de líquidos. Esto también puede causar una mayor fatiga y un mayor cansancio a la hora de realizar tareas del día a día. Podemos llegar a sentir, incluso, una sensación generalizada de pesadez que empeore nuestra movilidad.
Cuando la hinchazón se debe a un edema, la piel de la zona se encuentra estirada, y tiene un aspecto brillante. Cuando detectamos eso, podemos presionar con un dado la zona. Si al hacerlo comprobamos que la huella desaparece despacio, entonces podremos confirmar que se trata de un edema.
Los síntomas de un edema o de la retención de líquidos generalmente van en aumento según avanza el día. Se hacen, de hecho, más patentes hacia el final del mismo.
Además, la propia gravedad puede hacer un gran efecto sobre los síntomas. Esto provoca que la hinchazón, pesadez, etc., sean más evidentes en las extremidades inferiores que en las superiores.
Además, otras enfermedades y dolencias pueden aumentar y acentuar los síntomas de la retención de líquidos. Ejemplos son aquellas enfermedades que afectan al sistema circulatorio o al sistema linfático.
Causas de la retención de líquidos en personas mayores
La retención de líquidos es más frecuente entre mujeres que entre hombres. Además, es más común en las personas mayores. Una de las causas de la retención de líquidos son la aparición de cambios hormonales.
Es además habitual que las personas mayores mantengan repetidamente las mismas posturas. Y es que ya se encuentren levantados o sentados, esas posturas tienen algo en común: las piernas rara vez se encuentran elevadas.
Estas posturas provocan que la sangre se acumule con frecuencia en las extremidades inferiores. Esto a su vez provoca una peor circulación y, por lo tanto, una mayor hinchazón. Permanecer de pie durante largos periodos de tiempo puede ser perjudicial en este sentido.
Los hábitos de vida poco saludables, además, aumentan también las posibilidades de sufrir un edema en las personas mayores. Entre esos hábitos podemos encontrar una pobre alimentación. Una alimentación inadecuada incluiría sobre todo un exceso en el uso de la sal en los alimentos.
Otro hábitos de salud inadecuado es la poca actividad física. Esto es debido a que el sedentarismo en una causa importante que facilita la aparición de edemas. El mero hecho de tener un peso inadecuado y excesivo para nuestra salud puede facilitar la aparición de retención de líquidos en cualquier persona mayor.
También un exceso de exposición al sol puede ser perjudicial.
Además, como ya hemos mencionado, la aparición otras enfermedades empeora la retención de líquidos. Entre dichas enfermedades podemos encontrar:
- Complicaciones en el sistema linfático
- Problemas cardiacos o renales
- Enfermedades hepáticas
- Presión arterial elevada
- Problemas circulatorios
- Problemas venosos, como la insuficiencia venosa o las varices
- Sobreuso de determinados tratamientos farmacológicos
- Diabetes
- Determinadas intolerancias alimenticias
Consejos y pautas ante la retención de líquidos en personas mayores
Entre las medidas que podemos destacar para disminuir los síntomas si sufrimos de retención de líquidos encontramos las siguientes:
- Una adecuada alimentación. Más concretamente disminuir la ingesta de sal, de azúcar y de bebidas gaseosas, así como alimentos fritos y grasos. También es positivo beber agua, en pocas cantidades pero frecuentemente, para llegar idealmente a los dos litros. Alimentos diuréticos como los espárragos o la piña también son positivos, así como evitar ganar peso.
- Mantener las piernas elevadas. Cuando nos tumbamos, las piernas están elevadas, favoreciendo la circulación de la sangre. Si estamos sentados, convendría poner las piernas en alto, usando alguna mesa o banqueta. Sería ideal mantener esta postura al menos una hora y media.
- Evitar las altas temperaturas. Si tratamos de ducharnos con agua excesivamente caliente será positivo. Sería adecuado, incluso, reposar las piernas, sobre todo la mitad inferior, en agua fría para activar la circulación. También deberíamos evitar prendas que queden en exceso ajustadas o salir a la calle en las horas más cálidas.
- Realizar ejercicio físico adecuado. Sobre todo aquellos ejercicios que nos ayuden a movilizar las extremidades afectadas. Por ejemplo, haciendo círculos con las manos o los pies. También ponernos de puntillas y apoyados en los talones consecutivamente, o haciendo ese movimiento estando sentados. El uso de un pedalier ya sea con las piernas o con los brazos, también podría resultar positivo.
- Acudir al médico, sobre todo en caso de no conocer la causa que ha provocado nuestra retención de líquidos.