Qué es la lipotimia y cómo puede afectar a las personas mayores

Qué es la lipotimia y cómo puede afectar a las personas mayores

Qué es la lipotimia y cómo puede afectar a las personas mayores es algo que es más importante en el día a día de lo que pensamos. Es algo bastante frecuente, pero a menudo confundido por sus síntomas con otras alteraciones como el síncope.

Para poder entender la diferencia entre ambos, es necesario que veamos en profundidad qué es la lipotimia, cuáles son sus síntomas, qué puede estarlo causando, qué hacer, y más importante, qué no hacer al respecto.

Entendiendo en qué consiste la lipotimia

La lipotimia es una alteración que se produce cuando, o bien no le llega la sangre al cerebro, o bien la cantidad que le llega no es la suficiente como para que éste se mantenga en un estado de alerta. Cuando eso ocurre, se producen una sensación de mareo.

Esta sensación de mareo puede venir acompañada o no los llamados síntomas prodrómicos. Éstos son aquellos síntomas que nos alertan de la llegada de la alteración, en este caso del inminente desmayo.

De la misma manera, podemos ver al mareo acompañado o no de una pérdida total  o parcial de la consciencia.

Para que se considere una lipotimia, el mareo viene acompañado de síntomas prodrómicos, pero en ningún momento se produce una pérdida de consciencia.

En caso contrario, nos encontraríamos ante la presencia de un síncope. Si bien ambos a menudo son confundidos entre sí, como hemos podido comprobar no son lo mismo.

Causas de la lipotimia en personas mayores

Es importante entender que la lipotimia puede tener varias causas. Entre las causas más comunes, encontramos una variedad de factores, como cambios en la presión arterial, trastornos cardíacos, deshidratación, efectos secundarios de medicamentos, problemas neurológicos y otros problemas de salud subyacentes.

Sin embargo, en personas mayores hay algunas particularidades a tener en cuenta:

  • Mayor predisposición a las bajadas de tensión: La presión arterial tiende a fluctuar más en las personas mayores, lo que puede llevar a una mayor incidencia de lipotimias relacionadas con cambios de posición (como levantarse rápidamente).
  • Efectos secundarios de algunos medicamentos: Los medicamentos comunes en las personas mayores, como los diuréticos o los antihipertensivos, pueden tener un impacto en la presión arterial y contribuir a la lipotimia.
  • Problemas cardíacos y/o circulatorios: Las afecciones como la enfermedad cardíaca, la insuficiencia cardíaca congestiva y la enfermedad arterial periférica son más comunes en personas mayores, y pueden aumentar el riesgo de lipotimia.
  • Disminución de la capacidad de respuesta del sistema nervioso autónomo: Con la edad, la capacidad del sistema nervioso autónomo para regular la presión arterial y la frecuencia cardíaca puede disminuir, lo que puede aumentar el riesgo de lipotimias.
  • Mayor probabilidad de deshidratación: Las personas mayores a menudo tienen una menor sensación de sed y pueden no darse cuenta de que están deshidratadas. La deshidratación puede ser un factor contribuyente a las lipotimias.
  • Problemas de equilibrio y coordinación: La edad puede llevar a una disminución en la función del sistema vestibular y a una pérdida de fuerza muscular, lo que puede aumentar el riesgo de caídas y de mareos.

Evaluación médica exhaustiva: Dada la posibilidad de que las lipotimias en personas mayores estén relacionadas con problemas médicos subyacentes, es importante que se realice una evaluación médica completa para identificar y tratar cualquier problema subyacente.

Es crucial que cualquier persona mayor que experimente lipotimias consulte a un médico para una evaluación y un diagnóstico adecuados. El tratamiento dependerá de la causa subyacente identificada.

la lipotimia en personas mayores

Qué hacer y qué no hacer ante una lipotimia

Ver que una persona está sufriendo una lipotimia, aunque no pierda la consciencia, puede asustar. Saber sin embargo cómo actuar puede ayudarnos a tener la seguridad necesaria como para poder ayudar al mayor:

  • Comprobar que la persona sigue respirando
  • Facilitar la respiración: comprobar que haya una buena ventilación, aflojarle la ropa para que no se ahogue e indicarle que respire profundamente por la nariz, y suele el aire por la boca.
  • Tratar de mejorar el flujo sanguíneo que llegue al cerebro. Para ello, se puede pedir a la persona que tosa, o colocarle boca arriba y con las piernas elevadas.
  • Evitar que la persona se quede fría, colocándole abrigos o mantas

A pesar de esto, tan importante es saber qué hacer como qué no hacer bajo ningún concepto:

  • No la des de comer ni beber, ya que se puede atragantar.
  • No la dejes sola. Avisa al 112 y permanece con ella hasta que llegue ayuda.
  • No la mediques, espera las indicaciones de un profesional.

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