¿Qué es la astenia primaveral?

astenia primaveral y personas mayores

¿Qué es la astenia primaveral? La respuesta puede parecer sencilla, pero de hecho no lo es. Ya hemos hablado en entradas anteriores del efecto de la primavera en las personas mayores. Sin embargo, la astenia primaveral merece especial atención.

En realidad, hay muchas opiniones al respecto de qué es y cómo considerarla. Desde cuáles son sus síntomas y en qué consiste, hasta si entenderla o no como una enfermedad.

La realidad es que el paso de una estación a otra sí causa cambios en el estado de ánimo e incluso en la salud. Ahora que estamos entrando en primavera no es una excepción. La entrada de esta estación supone diferencias en la salud, pero los profesionales parecen no considerarlo una enfermedad específica.

Entonces, ¿Qué es? ¿en qué consiste?

¿Qué es la astenia primaveral?

Si tratamos el tema desde un punto de vista médico, la astenia se podría definir como una sensación de cansancio sin causa aparente, que se manifiesta mediante una sensación de falta de energía aun a pesar de poder estar en reposo. Además, esta sensación empeora si se realiza cualquier tipo de actividad.

Esta sensación puede variar en su intensidad, así como en el tiempo que puede llegar a durar, dependiendo de la situación y de la persona que lo padece. Según esto, la astenia puede llegarse a cronificar. Si esto sucede, a su vez causará otras enfermedades y problemas asociados.

En personas mayores puede llegar a resultar un problema mayor, ya que a menudo los síntomas se enmascaran entre otros, y se confunden como producto de otros problemas asociados que pueda padecer la persona.

A menudo, existen estereotipos asociados al envejecimiento, como que las personas mayores siempre están cansadas. Si bien esto no es cierto, creerlo así puede hacer que no prestemos atención a los síntomas y, por lo tanto, no hagamos nada al respecto.

Hay además otros factores que pueden afectar a cómo se manifiesta la astenia en cada persona. Desde factores “objetivos” como la alergia hasta otros más propios de la sociedad actual y de cada persona en particular, como el estado de ánimo o la forma de ser.

Y es que factores como el estrés, la ansiedad, la hiperactividad, la depresión, estados anímicos bajos o la capacidad personal de adaptación a los cambios y a los problemas pueden tener su propio efecto en los síntomas que tenga cada persona mayor.

Al fin y al cabo, la primavera provoca cambios en el organismo. La capacidad de mantener las rutinas y de adaptarse a los cambios que cada persona mayor tenga afectará a si sufre astenia o a cómo le pueda llegar a afectar.

Por ello, además de entender qué es la astenia primaveral, también es esencial darse cuenta de cuáles son los síntomas concretos que la persona pueda estar llegando a sentir.

Síntomas de la astenia primaveral

Cada persona puede sentir diferentes aspectos de la astenia, o notar una intensidad diferente. Sin embargo, trataremos de conocer cuales son los síntomas más comunes de la astenia primaveral. Hacerlo puede ayudarnos a detectar a tiempo cualquier tipo de problema, y nos permitirá actuar a tiempo.

Estos son los principales síntomas de la astenia primaveral en personas mayores:

  • Una mayor dificultad de la habitual para conciliar el sueño o alteraciones en el mismo.
  • Una disminución notable en la energía que la persona manifiesta sentir, y/o manifestaciones de cansancio generalizado
  • Cambios en el estado de ánimo y falta de motivación sin causa aparente que lo motive.
  • Sentimientos más intensos o frecuentes de irritabilidad o ansiedad.
  • Falta de apetito. Cuando la persona tenga dificultades en el habla, quizá podamos notar una mayor dificultad para comer, o voluntad de hacerlo. No termina los platos o se niega a hacerlo.
  • Dolor de cabeza.
  • Mayores dificultades de atención o disminución de la capacidad de concentración.

Estos síntomas, como hemos mencionado, no aparecen necesariamente cuando se realiza actividad intensa, aunque esto la empeora. Por el contrario, aparecen cuando se hacen actividades cotidianas.

Por ello, puede dificultar a la persona mayor en diferentes áreas. Puede afectar a nivel social, disminuyendo la capacidad o voluntad de relacionarse con otras personas. También afectará a nivel personal y anómico, disminuyendo la autonomía e independencia, etc.

Cómo actuar ante la astenia primaveral

Como con la mayoría de los temas, lo mejor que se puede hacer es tener un estilo de vida saludable. Veamos los puntos más importantes:

  • Dieta sana y equilibrada, con todos los nutrientes. No podemos esperar tener energía si no se la proporcionamos a nuestro cuerpo. Las cenas pueden ser más ligeras, pero los desayunos y comidas habrían de ser más completos.
  • Hábitos de sueño estables y saludables. Si bien es cierto que éstos pueden cambiar con la edad, dormir adecuadamente es importante. No irse demasiado tarde a la cama, siestas ligeras y no muy largas, no hacer ejercicio justo antes de ir a la cama ni cenar en exceso… todo ayudará a descansar mejor y por lo tanto sentirnos mejor.
  • Ejercicio físico adecuado. Es cierto que no debemos hacer demasiado ejercicio justo antes de dormir. Sin embargo, hacer algo de ejercicio ligero por la tarde mantendrá nuestra salud en el mejor estado de salud. Andar y dar paseos también puede suponer una diferencia relevante.

Lo más importante, no obstante, es acudir a nuestro médico. Si notamos cualquier diferencia en nuestro estado de salud o nuestro estado anómico, no hemos de restarle importancia. Mantener al médico informado le permitirá aconsejarnos de la mejor forma posible y darnos el mejor tratamiento.

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