Los medicamentos y la tercera edad

Los medicamentos y las personas mayores

Los medicamentos y la tercera edad son dos conceptos que para muchas personas van unidos. Al fin y al cabo, las personas mayores frecuentemente toman mucha medicación a lo largo del día.

Es común que muchas personas mayores no quieran tomar la medicación. Del mismo modo, es posible correr el riesgo de sobremedicarse, y tomar más medicamento del que realmente se necesita.

El equilibrio puede llegar a resultar complicado. Consultar con el médico y el farmacéutico es esencial, así como seguir sus instrucciones. Sin embargo, es conveniente saber qué podemos preguntarle. Sin saber algo de información, al fin y al cabo, es difícil tener dudas.

Trataremos de repasar la información más importante acerca de los medicamentos y la tercera edad, para que podamos estar prevenidos cuando hablemos con el personal sanitario de referencia.

Medicamentos y tercera edad: qué debemos saber

Quizá lo más importante puede ser lo que a menudo puede costar más: consulta a tu doctor. Cada vez tardamos más en obtener cita, sea presencial o telefónica. Además, a muchas personas mayores les da reparo consultarle al médico. Por ello, se tienden a tomar muchas decisiones de forma autónoma, en contra de la prescripción que nos hayan dado.

Sin embargo, el doctor tendrá en cuenta tus necesidades, qué medicación tomas ya, tus alergias, contraindicaciones, riesgos, etc.

De la misma forma, será el médico el que te podrá indicar, en caso de necesitar dejar de tomar un medicamento, la mejor forma de hacerlo. Son muchos los fármacos que no conviene dejar de golpe.

Consejos acerca de los medicamentos en la tercera edad

Tal y como venimos explicando, frecuentemente no nos surgen las dudas cuando tenemos al médico enfrente, o cuando nos está recetando el fármaco. Tener claro qué información necesitamos puede resultarnos de utilidad. Veamos qué aspectos es importante tener en cuenta:

  • Llevar un registro de la medicación que tomamos: a pesar de que muchas personas mayores se saben la medicación que toman de memoria, es importante tenerla a mano y por escrito. Ya sea por potenciales despistes y pérdidas de memoria o porque un familiar o cuidador necesite explicárselo al médico o a algún especialista. Saber los nombres de todos los medicamentos y las horas a las que debe tomárselo resultará básico.
  • Revisa la caducidad de los medicamentos: es fácil no percatarse de que un fármaco ha caducado si no estamos especialmente pendientes de ello. Para facilitarte la tarea, puedes incluir esta información en tu registro e irla actualizando.
  • Ten claro por qué debes tomar ese medicamento: qué afección trata, y por qué es importante que lo tomes.
  • Recaba información acerca de qué hacer si se te ha olvidado una toma: ¿la debes tomar en cuanto te des cuenta? ¿omites esa dosis? ¿la doblas luego o la tomas “normal”?
  • Consulta los posibles efectos secundarios y qué hacer al respecto: estar pendiente de cuáles pueden ser las consecuencias más importantes te ayudará a detectarlas. Será importante comunicárselo al médico en cuanto te des cuenta. Debes saber qué has de hacer si uno de esos efectos secundarios aparece: ¿lo dejas de tomar? ¿disminuyes la dosis?
  • Consulta las condiciones necesarias para la ingesta del medicamento: ¿has de tomarlo en ayunas? ¿con agua o con leche? ¿durante la comida? ¿después?…

Mitos acerca de la medicación

Ya tenemos clara la información más importante, y sabemos cuáles son las dudas más importantes que nos pueden llegar a surgir. Sin embargo, es mucha la información que tenemos a nivel social al respecto. Debido a ello, es posible que tengamos creencias erronas que nos resistamos a abandonar. Veamos las más frecuentes:

  • Ante cualquier síntoma, se debe tomar un medicamento: de nuevo, será necesario consultar al médico. La sobre medicación es un problema frecuente en ancianos, al fin y al cabo, y no todo es conveniente tratarlo con fármacos. También hay terapias no farmacológicas que nos pueden ayudar para muchas dolencias.
  • Si un fármaco me resulta incómodo, debo dejar de tomarlo: antes de dejar un medicamento, consulta al médico. Cada uno se deberá dejar de tomar de una forma diferente. También será importante saber si no debemos tomarlo o si convendría sustituirlo por otro, por ejemplo.
  • Si el medicamento funciona, una mayor dosis resultará más beneficiosa: una dosis demasiado elevada puede resultar contraproducente, e incluso acabar por provocar el efecto contrario al deseado. Ajústate a la dosis que te han prescrito.
  • Los efectos secundarios de los medicamentos son evidentes y no varían: a menudo podemos no darnos cuenta de ellos. Por eso, cualquier cambio que notemos respecto a lo habitual, será importante decírselo al doctor. De la misma manera, un medicamento que nunca ha causado efectos secundarios puede empezar a hacerlo debido a nueva medicación, cambios en el organismo, etc.

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