La artrosis es una enfermedad crónica que afecta a cada vez más personas mayores alrededor del mundo. De hecho, hasta un 50% de las personas de más de 65 años padece de artrosis en España.
Esta enfermedad tiene un alto impacto tanto en la calidad de vida como a nivel económico. Produce deformidad y rigidez, así como debilidad muscular alrededor de las articulaciones. Puede resultar muy limitante, y producir mucho dolor.
Trataremos de entender mejor la enfermedad y sus síntomas, así como los mejores tratamientos y medidas de prevención.
Índice
Qué es la artrosis y cómo afecta a las personas mayores
La artrosis u osteoartritis es una enfermedad reumática crónica que afecta a las articulaciones. Produce una degeneración en el cartílago que recubre los huesos, lo cual produce a su vez deformidad y mucho dolor.
Suele afectar principalmente a las manos, rodillas, caderas, etc., aunque también a la cadera, la zona lumbar o la cervical.
En un inicio, el dolor se produce al moverse o hacer movimientos, aunque según evoluciona la enfermedad se da también en reposo.
La artrosis produce en la persona mayor una gran inflamación, lo cual puede dificultar e incluso impedir que realice determinados movimientos, entumeciendo la zona.
Se puede sentir con frecuencia también una pérdida de fuerza y una mayor rigidez muscular. Al perderse el cartílago de la articulación, además, los extremos de los huesos pueden chocar, produciendo un chasquido.
Además, debido a esta pérdida de cartílago el hueso puede llegar a crecer en las zonas laterales, produciéndose nódulos.
Factores de riesgo de la artrosis en personas mayores
Las causas que provocan que una persona mayor sufra de artrosis son desconocidas, pero sí se conocen los factores de riesgo.
- Edad: como ya es conocido, la artrosis suele afectar en mayor medida a personas más mayores. Suele producirse con mayor frecuencia a partir de los 50 años.
- Género: la artrosis suele afectar a más mujeres que hombres. Además, a partir de la menopausia las posibilidades de sufrir artrosis son mayores, al disminuir la producción de estrógenos.
- Ejercicio físico no saludable: la realización de ejercicio como cargar demaisaido peso, sobrecargar la zona o los ejercicios repetitivos. De hecho, en ocasiones determinados deportistas tienen más riesgo de sufrir artrosis.
- Factores genéticos: un 65% de las personas mayores que sufren artrosis la tienen debido a factores genéticos.
- Lesiones: sufrir golpes o traumatismos en las articulaciones puede aumentar el riesgo de sufrir artrosis en la zona.
- Vida poco saludable: de hecho, el sobrepeso y la obesidad suponen factores de riesgo. También el sedentarismo aumenta el riesgo de sufrir artrosis.
- El estrés: La mala gestión de los conflictos y el estrés pueden aumentar el riesgo de sufrir una gran cantidad de enfermedades. Sí, también la artrosis.
Prevención de la artrosis y tratamiento en personas mayores
La artrosis es una enfermedad progresiva y crónica. Como tal, no se trata solo de tenerla o no, si no de su evolución. Como cualquier enfermedad crónica es importante atender a los factores emocionales, tales como trastornos del ánimo, frustración, estrés, depresión, etc.
Todo ello además puede afectar a cómo la persona se adhiera al tratamiento. Es importante la realización de ejercicio físico, una adecuada nutrición y la toma de la medicación prescrita por el médico.
Una vida saludable evitará tanto el riesgo de sufrir la enfermedad como enlentecerá el avance de la misma si ya se padece. Veamos consejos prácticos que podemos poner en marcha:
- Realización de ejercicio físico: lo mejor para esta enfermedad es aquellos ejercicios que se puedan realizar sin impacto. Entre los más beneficiosos se pueden encontrar bicicleta o uso de un pedalier, andar o ejercicios acuáticos.
- Realización de movimientos adecuados: mantener buenas posturas puede ayudar a prevenir la aparición de artrosis, y evitar sobrecargar la zona. También, aun si ya se padece, hay ayudas técnicas que se pueden usar. Elevador de WC, barras de sujeción, cojines en los asientos, etc. En la medida en la que la persona no tenga que realizar sobre esfuerzos para levantarse o moverse, puede ser de utilidad. Además, si se padece una lesión en la rodilla o artrosis en la misma, el bastón se deberá usar en la mano contraria.
- Adecuados hábitos nutricionales: comer sano y evitar la obesidad puede ayudar a un mejor pronostico con personas mayores que sufren de artrosis. Además, también ayudará a evitar padecerla en un futuro.
- Uso de calor y frío: el calor mejora el dolor disminuyendo los espasmos musculares. Puede aplicarse el calor directamente o sumergirse la zona en agua caliente. No debe no obstante aplicarse más de 20 minutos. El frío por otra parte disminuye el dolor disminuyendo el edema muscular. También mejora el rango del movimiento articular y aumenta el umbral del dolor. Se puede aplicar mediante spray o con bolsas de hielo, así como mediante un masaje.
- Por supuesto, habla con tu médico y tómate la medicación prescrita. Es importante tener una continua comunicación con el médico, explicando los cambios, aumento o disminución del dolor, etc.