La apraxia en personas mayores

Apraxia en ancianos

La apraxia en personas mayores puede ser un problema grave a la hora de realizar con autonomía las actividades más básicas de la vida diaria.

Dificulta el poder realizar cualquier movimiento. Dificulta tareas como vestirse, comer, asearse, etc.

Entendamos un poco mejor de qué se trata

Definición y causas de la apraxia en personas mayores

La apraxia  es un trastorno del cerebro que dificulta o incapacita a la persona a la hora de realizar determinados movimientos. Esto ocurre a pesar de tener la capacidad física y la voluntad de hacerlos.

Una de las formas de apraxia es adquirida. Es decir, la persona sí solía poder realizar esos movimientos, pero deja de hacerlo. Esto es lo que suele suceder entre la población mayor. La apraxia en personas mayores suele suceder debido a una degeneración neurológica, como la demencia.

Más concretamente, suele afectar al lóbulo parietal, que es donde se retienen los recuerdos y los conocimientos acerca de los patrones de movimientos que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida.

También puede ocurrir una apraxia adquirida no obstante a raíz de una lesión cerebral, un infarto, un tumor o un traumatismo craneal.

Tipos de apraxias

Ya hemos comprendido que la apraxia afecta a la capacidad de realizar un movimiento. Sin embargo, hay muchos tipos de movimientos. De la misma forma, hay muchos tipos de apraxia. Veamos cuales son:

  • Apraxia orofacial: es la incapacidad de realizar movimientos faciales. Puede suponer un problema para hacer cosas como silbar, lamerse los labios, toser, etc.
  • Apraxia limbocinética: es la incapacidad de hacer movimientos finos y precisos con una pierna o con los brazos. Por supuesto, puede implicar dificultad para caminar, coger objetos, etc.
  • Apraxia ideomotota: incapacidad para realizar movimientos como respuesta a una orden verbal. La dificultad radica en la transformación de la frase en un movimiento. Por ejemplo “coge el reloj”. Esto ocurre a pesar de que la persona mayor sí sea capaz de imaginar la secuencia de movimientos que quiere hacer, y tener la capacidad física de hacerlos.
  • Apraxia ideacional: incapacidad para realizar secuencias complejas y coordinadas de movimientos. Como, por ejemplo, vestirse, comer, asearse, etc. A diferencia de la apraxia ideomotota, la persona no puede imaginar la secuencia de movimientos requerida. sin embargo, ante ordenes individuales y concretas, sí puede realizar el movimiento. Es frecuente en enfermedades como el Alzheimer o el Párkinson.
  • Apraxia verbal: incapacidad para realizar movimientos bucales coordinados, como hablar.
  • Apraxia constructiva: incapacidad para realizar movimientos necesarios para construir figuras simples. Por ejemplo, afecta a la capacidad para dibujar o copiar figuras. Esto ocurre debido a la dificultad para coordinar y asociar adecuadamente la imagen que se ve con los movimientos necesarios para realizar dicha imagen. Suele ser un síntoma inicial en enfermedades como el Alzheimer.
  • Apraxia oculomotora: incapacidad para mover los ojos a voluntad.
Apraxia en la vejez

Tratamiento de las apraxias en personas mayores

La apraxia por desgracia no tiene cura, ya que los síntomas no son reversibles. A pesar de ello, sí hay tratamientos para mejorar el pronóstico. Estos incluyen fisioterapia y terapia ocupacional. su objetivo en ambos casos es rehabilitar o compensar aquellas funciones que se han perdido con otras que aun se mantengan.

Un ejemplo sería “desgranar” las secuencias complejas de acciones en tareas individuales y sencillas. Ordenes claras y simples podrían ayudar en algunos de los casos de apraxia.

Otros ejemplos consistirían en la orientación con los diferentes objetos y/o con el propio cuerpo, el reaprendizaje de movimientos concretos, el realizar dichos movimientos delante del espejo, etc.

Para lograr que la persona con apraxia reaprenda a realizar diferentes movimientos, se pueden hacer secuencias de aprendizaje. Se empezaría usando el aprendizaje vicario. Este es el tipo de aprendizaje que se da en una persona cuando logra hacer algo por imitación. Más tarde podríamos pedir a la persona que hiciera el movimiento justo después de hacerlo nosotros. Posteriormente, trataríamos de que lo hiciera tras una orden verbal y, si es posible, finalmente de forma autónoma.

No obstante, como hemos dicho, es un aprendizaje complicado y de mal pronóstico. Siempre es conveniente acudir al terapeuta ocupacional.

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