Infecciones de orina en personas mayores

Infecciones de orina en personas mayores

Una infección de orina es una infección en el tracto urinario producida por la presencia de gérmenes que provocan determinadas incomodidades al momento de orinar, teniendo una sensación urgente de hacerlo o de no haberlo finalizado, acompañado de dolor, presión y ardor en la vejiga.

Una infección de orina es algo que se puede producir a cualquier edad, aunque es más frecuente en población anciana, ya que con la edad, los mecanismos defensivos frente a las infecciones disminuyen.

Causas de una infección de orina

Las mujeres son especialmente proclives a las infecciones de orina, producidas en muchas ocasiones por no producirse el vaciado completo de la vejiga al terminar de orinar, por la presencia de manchas en el perineo o por la disminución de la flora vaginal.

En hombres también se puede producir, generalmente debido a un agrandamiento de la próstata, un estrechamiento de la uretra o cálculos renales.

Además, a estas causas hay que añadir los problemas relacionados con el envejecimiento y las personas mayores: disminución de la ingesta de líquidos o disminución del control de los músculos del tracto urinario, que aumenta la presencia de gérmenes.

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Tipos de infecciones de orina

Una vez comprendido las posibles causas que suelen provocar una infección de orina, procedamos a ver los tipos de infecciones que nos podemos encontrar.

Hay dos tipos de infecciones del tracto urinario, según la localización de dichas infecciones: infección de orina baja e infección de orina alta.

  • Infección de orina baja: se producen cuando gérmenes, generalmente con origen externo, invaden la vejiga, produciendo una inflamación de la misma. Se conoce generalmente como cistitis, y afecta a un mínimo de un 10% de la población.
  • Infección de orina alta: se produce cuando la infección de orina, no tratada, sube hasta los riñones, pudiendo producir una respuesta orgánica inflamatoria (sepsis), que puede ser mortal si no se trata debidamente.

Síntomas de una infección de orina

Saber cómo detectar una infección de orina a tiempo puede ser clave para poder reaccionar a tiempo y evitar que la infección se agrave. Para ello, veamos los principales síntomas de una infección de orina.

Entre los síntomas clásicos y más conocidos de las infecciones del tracto urinario encontramos las dificultades al momento de orinar: orinar con mayor frecuencia de lo normal, molestias, dolor o picor al hacerlo, mal olor o diferente color de la orina, ganas excesivas de orinar sin que después de produzca mucha cantidad de ella, presencia de sangre en la orina, enrojecimiento del glande o la vagina, etc. Esto puede incluso traducirse en un gran dolor en los riñones o un aumento de la fiebre.

Sin embargo, es muy común que en los ancianos estos síntomas queden enmascarados, no pudiéndose producir síntomas como dolor (que quedan ocultos debido a la ingesta de antiinflamatorios de una manera frecuente), o dificultándose en ocasiones la expresión del mismo por parte de la persona.

Por ello, es importante estar atentos a otro síntoma menos conocido, que puede estar indicándonos la presencia de una infección de orina: los cambios en la conducta de la persona mayor.

  • Estos incluyen una mayor confusión y desorientación de la persona con respecto a su estado habitual.
  • Disminución de la habilidad o capacidad, así como de la autonomía, a la hora de realizar tareas con las que antes no solía tener tanta dificultad.
  • Pérdida de apetito y disminución de las ganas de comer.
  • Amento de los síntomas de somnolencia, estando la persona “todo el día adormilada”, cuando antes no solía ser así, o no con esa frecuencia o intensidad.
  • Intranquilidad o alteración anímica fuera de lo habitual.
  • Presencia de alucinaciones.

Como prevenir infecciones de orina

Teniendo un conocimiento y una comprensión más completa de lo que es una infección de orina y de su gravedad, lo siguiente que debemos hacer es plantearnos cómo evitarlo. Veamos medidas preventivas que facilitarán que la persona mayor pueda evitar tener una infección del tracto urinario:

  1. Ingerir los suficientes líquidos. Principalmente agua, evitando a ser posible otros como café o alcohol. Un litro y medio de agua al día es conveniente. Otros alimentos también pueden ayudar a prevenir la infección, como lo son los arándanos rojos, que al ser ricos en proantocianidinas ayudan a inhibir la bacteria E. Coli en la vejiga y en las vías urinarias.
  2. Acudir al baño cuando se necesite: no esperes más de la cuenta cuando te hagas pis. Si la persona mayor, aun no necesitando el uso de un pañal, no puede o sabe pedir ir al servicio (problemas cognitivos, problemas d habla, etc.) con la frecuencia indicada, será importante que cada cierto tiempo recordárselo. Si la orina se estanca en la vejiga lo hace a unos 37º aproximadamente, favoreciendo la presencia de bacterias.
  3. Evitar lavar la zona en exceso, no utilizando tampoco jabones muy agresivos para la piel. En caso de las mujeres, será necesario limpiar la zona siempre de adelante hacia atrás. También se ha de limpiar, lavar y secar adecuadamente la zona después de ir al baño y cuando se asee. Las bacterias se desarrollan más rápidamente cuando existe humedad.
  4. Cuando la persona no sea continente, será necesario el uso de pañales o compresas transpirables y de calidad. Es necesario cambiarlos con frecuencia y evitar que la zona permanezca húmeda. Por la noche, se pueden usar también empapadores para evitar que si se produce alguna pérdida mayor, esta no llegue a la cama.

Tratamiento de la infección de orina

Cuando sospeches de la existencia de una infección urinaria, lo primero será avisar al médico para que pueda hacer un análisis de orina y comprobarlo.

Si lo confirma, le prescribirá antibióticos para las bacterias, que puede durar entre tres y siete días o hasta llegarse a prolongar de dos a tres semanas.

Habitualmente, en el caso de los hombres tienden a ser más largo, debido a la mayor complejidad anatómica y las complicaciones derivadas de la próstata.

Para los síntomas derivados de la inflamación, como dolor o fiebre, se pueden toman antiinflamatorios, y los dolores se pueden aliviar también con calor, aplicando una bolsa de agua caliente sobre la parte baja de la espalda (la zona de los riñones) o sobre el estómago, aliviando los síntomas de incomodidad.

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