El consumo de alcohol en las personas mayores

El consumo de alcohol en la tercera edad

El consumo de alcohol es algo que hoy en día está normalizado en nuestra sociedad, tanto en los jóvenes como en las personas mayores. Bebemos a menudo, sobre todo en situaciones sociales, y aun más el fin de semana. Son muchos los que toman una copa con los amigos, o beben algo con el aperitivo el sábado y el domingo.

La edad a la que las personas comenzamos a beber alcohol en la sociedad es cada vez menor. Llegan a ser adolescentes de 14 años o menos los que ya comienzan a tomar bebidas alcohólicas.

Lo tenemos integrado en nuestro modo de vida hasta tal punto, que es habitual no darnos cuenta de que lo hacemos, o cómo nos puede afectar.

A medida que nos hacemos mayores, es habitual no darnos cuenta de cómo cambia la forma en la que el alcohol nos afecta en el organismo, o cuantas bebidas alcohólicas podemos tomar.

Causas de ingesta de alcohol en las personas mayores

Es importante entender que hay un gran trecho entre la abstinencia y el alcoholismo. Podemos, sin darnos cuenta, ir recorriendo ese camino, y es importante vigilar si tomamos más alcohol del que es bueno para nuestro organismo y nuestro bienestar.

De adultos, es fácil que salgamos a tomar una copa después del trabajo. Sin embargo, es difícil que podamos tomar mucho alcohol mientras estamos en horario de trabajo. a medida que nos jubilamos, el tiempo disponible para ir a tomar algo es mayor. Son muchas las personas mayores que pasan sus horas de ocio en el bar.

También hay muchas personas mayores que comienzan a tomar una copa antes de dormir, para conciliar el sueño. Sobre todo, si han pasado por un duelo o una situación complicada.

Sin darnos cuenta, es fácil que una persona mayor se haya acostumbrado a tomar un par de copas de forma diaria para poder sobrellevar el día a día.

Los sentimientos de tristeza o ansiedad pueden jugar muy malas pasadas. Es importante comprenderlos, detectarlos, y tratarlos adecuadamente.

Consecuencias de la ingesta de alcohol en las personas mayores

Cuando pensamos en las personas mayores, a menudo creemos que el alcohol no suele suponer un problema. Al fin y al cabo, es cierto que el consumo de alcohol en la tercera edad es menor.

Además, notamos que la persona bebe lo que en realidad ya solía beber de joven. Está acostumbrada.

Cuando pensamos en problemas derivados del alcohol, se nos vienen a la cabeza situaciones extremas de alcoholismo. Sin embargo, es importante darnos cuenta de que no es necesario llegar a eso para que suponga un riesgo.

Las personas mayores tienen un mayor riesgo de sufrir deterioro u otras enfermedades debido al alcohol. Esto es porque según avanza la edad, la sensibilidad al alcohol aumenta y la tolerancia al mismo disminuye considerablemente.

Además, el consumo de alcohol puede ser más peligroso si lo juntamos con la gran cantidad de medicación que habitualmente las personas mayores se ven obligadas a tomar.

Entre las consecuencias negativas del consumo de alcohol en personas mayores encontramos las siguientes:

Caídas y accidentes

A menudo el consumo de alcohol provoca problemas de equilibrio y en la percepción. Estas pueden llevar fácilmente a aumentar el riesgo de caerse o hacerse daño. Esto cobra especial importancia si tenemos en cuenta que las caídas en personas mayores pueden llegar a tener consecuencias más graves.

Relaciones sociales empobrecidas

Aunque tengamos asociado beber alcohol con estar con la familia y los amigos, si no tenemos cuidado puede tener el efecto contrario. Un consumo excesivo de alcohol puede llevar a un empobrecimiento de las relaciones sociales. Éstas podrán estar marcadas por mayores conflictos y problemas. A su vez, esto llevará a un mayor aislamiento, uno de los grandes males en el envejecimiento.

Accidentes de tráfico

Beber y conducir es de todos sabido que es un riesgo enorme. Son muchas las personas que aun conducen, y debemos tener el riesgo de beber antes muy presente.  Con le alcohol, la capacidad de reacción disminuye y la coordinación disminuye. También nos veremos más proclives a correr determinados riesgos.

Problemas médicos

El alcohol puede ser la causa de determinadas enfermedades como la gastritis, la hepatitis, miocardiopatías, etc. también puede favorecer o empeorar otras enfermedades como la demencia, la anorexia o el cáncer.

Tratamiento y prevención del alcoholismo en las personas mayores

El alcoholismo puede llegar a ser ese enemigo invisible. A menudo sentimos vergüenza, y no deseamos admitir esa clase de problemas.

Sin embargo, es importante poder pedir ayuda. El propio médico de cabecera puede darte buenas recomendaciones. También hay medicamentos útiles que puede prescribirte, como el disulfiram o la naltrexona. Siempre será importante llevar “a rajatabla” las indicaciones del médico al respecto.

Es también de mucha utilidad, básico en muchas ocasiones, tratar los sentimientos de ansiedad y depresión que pueda haber debajo. La propia adicción es complicada de llevar, y tenemos derecho a pedir ayuda para ello.

Las terapias psicológicas suponen un gran beneficio. Desde terapias cognitivo conductuales hasta terapias familiares, son muchas las que podemos tener a nuestra disposición. También podemos encontrar diversos grupos de apoyo, tanto para la propia persona como para su entorno.

Fomentar las relaciones sociales saludables será muy importante, pero el primer paso será siempre poder comenzar a reconocerlo.

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