La realización de ejercicio físico para el manejo de la enfermedad de Parkinson en personas mayores puede marcar la diferencia en el desarrollo de la enfermedad.
Esto es porque, aunque la enfermedad de Parkinson no tiene cura, existen diferentes enfoques terapéuticos que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida. Uno de los enfoques principales es el ejercicio físico, que ha demostrado ser una herramienta de vital importancia para ello.
En este artículo vimos qué tipos de ejercicio realizar con personas mayores. Ahora veremos los principales beneficios y tipos de ejercicios adaptados a esta enfermedad a menudo tan compleja
Índice
Beneficios del ejercicio físico para el manejo de la enfermedad de Parkinson en personas mayores
Puede parecer evidente que el ejercicio físico es de mucha utilidad. De hecho, beneficia a las personas mayores en muchas potenciales patologías y de muchas maneras, y el Parkinson no es una excepción.
Sin embargo, puede que en muchas ocasiones realizar dicho ejercicio resulte complicado y pesado. Quizá a la persona mayor no le apetece. Quizá cuesta realizar los ejercicios… En esos momentos, recordar por qué lo estamos haciendo puede ser la forma de conseguir continuar con el esfuerzo:
- Ayuda a mejorar la movilidad: el ejercicio físico fortalece los músculos y mejora la flexibilidad. Esto permite que la persona gane control sobre sus movimientos, e incluso los pueda mantener durante más tiempo y de manera más amplia.
- Aumenta la fuerza y la resistencia muscular: a través del ejercicio físico la persona mayor con Parkinson podrá mantenerse realizando movimientos y esfuerzos cotidianos por mayores periodos de tiempo, disminuyendo la fatiga que sientan a la hora de realizarlos.
- Supone un beneficio para el equilibrio y prevenir las caídas: diversos ejercicios físicos ayudan a mantener una postura estable y mejora la conciencia de los propios movimientos, permitiendo por lo tanto un mejor control sobre los mismos.
- Ayuda a mejorar el bienestar y la calidad de vida: el ejercicio tiene efectos positivos en las funciones cognitivas, en el estado de ánimo, en el sueño…
A pesar de ello, es importante tener en cuenta que para que el ejercicio físico sea beneficioso y efectivo a menudo es necesaria la supervisión de un profesional de la salud. El profesional te ayudará a adaptar el ejercicio a tus capacidades y necesidades. Con ello, podrás experimentar una mejora y disfrutar los beneficios sin perjudicarte en el proceso.
El profesional te dirá no solo cómo realizar mejor el ejercicio, si no qué ejercicios serán más apropiados en cada circunstancia. A pesar de ello, a continuación, os facilitamos unos ejercicios generales que podrán resultar beneficiosos para una persona mayor con Parkinson:
Principales tipos de ejercicio recomendados
Lo primero, una vez consultado al profesional sanitario, será tener en cuenta que lo mejor suele ser realizar ejercicio de una forma progresiva, y acorde a las capacidades individuales. Empezar demasiado fuerte o con demasiada energía puede acabar por producir efectos no deseados.
Los principales tipos de ejercicios de los que la persona mayor podrá beneficiarse serían los siguientes:
- Ejercicios aeróbicos, como bicicleta estática, lanzar una pelota, etc.
- Ejercicios de fuerza, como levantar pesos (más o menos ligeros según capacidades), levantar los brazos por encima del torso, etc.
- Ejercicios de equilibrio y posturales, como levantar una pierna flexionando la rodilla o andar dando los pasos lo más largos que sea posible
- Ejercicios de estiramiento, teniendo en cuenta esturar los distintos grupos musculares, como brazos, piernas, cadera, cuello, etc. Ir de arriba hacia abajo puede ser una manera de evitar dejarse alguna zona importante.
- Otros ejercicios: como ejercicios para mejorar la respiración (inhalando por la nariz y exhalando por la boca), la coordinación (caminar en línea recta, en zigzag, etc.) o ejercicios de desplazamientos (que ayudarán a esquivar obstáculos en la calle, por ejemplo, como ejercicios de baile y ejercicios con música) …
Ejercicio físico para el manejo de la enfermedad de Parkinson en personas mayores: conclusión
El ejercicio físico ha demostrado ser una herramienta eficaz para mejorar y manejar los avances de la enfermedad de Parkinson. Siendo una enfermedad incurable, podemos cometer el error de pensar que no hay nada que hacer. Al contrario, con pautas como el ejercicio, se puede mejorar la función motora, fortalecer los músculos y mejorar el equilibrio.
El ejercicio físico sin embargo no solo ayuda a un nivel superficial, si no que mejora la calidad de vida afectando a muchas áreas de maneras distintas. Puede ayudar a mejorar el estado emocional de muchas personas. Esto es porque puede suponer una fuente de socialización, ayuda a establecer metas y superar diferentes retos y objetivos que en un inicio pueden parecer imposibles, y mejora la motivación y ayuda con el optimismo.
Lo más importante para mejora la adherencia al tratamiento es incorporar el ejercicio a la rutina diaria y crear un hábito en el día a día. Es mejor en muchos casos realizar poco ejercicio y de forma suave, pero hacerlo de una forma constante, que tratar de logar metas elevadas y acabar por dejarlo con el paso de poco tiempo.