Diferencias entre cuidadoras y asistencia sanitaria para ancianos
Cualquier persona en edad avanzada requiere de una serie de ayudas y cuidados intensivos, bien sean sanitarios y clínicos, o de cuidados diarios. Con independencia del grado de dependencia, estas ayudas son necesarias y muy útiles para estas personas. Pero conviene tener claro los diferentes perfiles y distinguir claramente el trabajo de una cuidadora social de ancianos, del de cualquier auxiliar de asistencia sanitaria en casa.
Para ayudar a diferenciar ambos perfiles, profundizamos en las capacidades y cometidos de cada una de estas personas y profesiones. Para que no haya ningún tipo de duda sobre en qué consisten las labores de una enfermera a domicilio, y los servicios que puede ofrecer un cuidador/a del hogar de personas mayores.
Índice
Mejor bienestar para las personas mayores
Una de las máximas indispensables es el trabajo con diligencia para el cuidado del segmento de población copado por personas mayores. Esto implica un ordenamiento claro en las tareas que deben realizar cada profesional. No es lo mismo ‘asistir’ que ‘cuidar’, ambas funciones contemplan situaciones distintas y un rol diferente.
Se tiende a generalizar, pero para ello existen personas cuya implicación es máxima en sus labores. Y aunque el objetivo final siempre sea el de mejorar el bienestar de una persona mayor, los medios y las necesidades varían, al igual que las personas que se encargan de ello.
Tareas de las enfermeras a domicilio
¿Quiénes son las enfermeras a domicilio? La asistencia a domicilio por parte de enfermeras y auxiliares conlleva consigo una serie de tareas asociadas. Vinculadas a la figura clínica y sanitaria de este tipo de profesionales vitales para el cuidado de la salud de personas mayores y de personas en cualquier rango de edad dependientes y sin posibilidad de poder acudir asiduamente a centros hospitalarios.
Las tareas de una enfermera a domicilio deben estar claras y se agrupan en unas técnicas y necesidades asociadas a ellas que solo esta figura puede realizar, a no ser que sus directrices sean otras. Pero siempre deben estar supervisadas y supeditadas por el análisis del personal médico correspondiente.
Entre las labores principales y básicas que recaen del lado de la asistencia sanitaria a personas mayores están algunas como las siguientes:
Inyecciones y medicamentos
La prescripción de medicamentos, así como el suministro de inyecciones (por la vía más adecuada) está delimitado a la tarea de las enfermeras. Una aplicación incorrecta de estos medicamentos e inyecciones pueden tener consecuencias graves para la persona mayor.
Rehabilitación
Los ejercicios de rehabilitación propios asignados a una persona de estas características, con pérdida de movilidad, y reducción de autonomía también tienen que estar vigilados de forma periódica por un responsable sanitario, profesional en esta área de trabajo.
Curar heridas
La curación de ciertas heridas, así como el análisis y evolución de las mismas es otra de las labores de cualquier asistenta sanitaria o enfermera a domicilio. En el caso de personas mayores están relacionados, en gran medida, con temas de úlceras en la piel, o caídas mismas por pérdida de estabilidad.
En este punto también cabe destacar todo lo que envuelve a los vendajes.
Atención por dolores
Ante el más mínimo riesgo de dolor, pérdida de respiración, o problema incipiente, cualquier técnica para mitigar este dolor la debe realizar una enfermera o asistente sanitario.
Tareas de las cuidadoras de ancianos
En el caso de las cuidadoras a domicilio de ancianos, la cosa cambia. Son funciones distintas. Sobre todo enfocadas a un bienestar social y desarrollo de las actividades cotidianas diarias. Cabe enfatizar la proactividad y el acompañamiento constante que ofrecen este perfil de cuidadores de personas mayores.
Una de las labores principales de los cuidadores de personas mayores es su capacitación para encargarse de la toma de decisiones por parte de la persona que está siendo atendida. Y más allá de esto, otras de las más relevantes son:
Mayor implicación personal
Al final, el cuidador interno va a pasar mucho tiempo con un anciano y persona mayor dependiente. Deben estar cómodos, y debe haber una implicación máxima y apoyo constante entre los dos.
Cobertura de necesidades básicas de las personas atendidas
Esta persona encargada de cuidar a un anciano debe estar preparada para realizar todas las labores de asistencia básica. Desde vestir, lavar, la higiene, la alimentación… las tareas propias del hogar, como del aseo y cuidado.
Disposición y experiencia
Una persona vocacional por ayuda a los demás, servicial y atenta, que además cuente con experiencia en este ámbito es especialmente agradable y adecuada para este tipo de empleos más personales y familiares.
Paseos y rutina
Aunque se traten de cuidados de personas internas de avanzada edad, este tipo de personas necesitan ejercicio. Los paseos son una de las rutinas más recomendadas. Algo que también va a cargo de los cuidadores que serán los que acompañen habitualmente a estas personas a sus paseos, ya sean por su propio pie, con ayuda de bastones, sillas de ruedas o andadores para ancianos.