Contacto con la naturaleza en el cuidado a personas mayores

Contacto con la naturaleza en el cuidado a personas mayores

El contacto con la naturaleza en el cuidado a personas mayores puede traer más ventajas de lo que podemos imaginarnos. En esta entrada de blog, abordamos cómo estas labores pueden ser muy importantes y beneficiosas para las personas de la tercera edad. Sin embargo, las ventajas no se limitan a ellos.

El cuidado del jardín por parte de las personas mayores no solo es una actividad gratificante para ellos, sino que también tiene un impacto significativo en sus cuidadores, ya sean familiares dedicados o profesionales de la salud. El cuidado del jardín por parte de las personas mayores no solo mejora su propio bienestar, sino que también beneficia a quienes los rodean, incluidos sus cuidadores, al crear un entorno enriquecido y fortalecer las relaciones interpersonales.

Más allá de los beneficios individuales, el cuidado del jardín también ofrece una oportunidad para que las personas mayores compartan experiencias significativas con sus cuidadores. Al colaborar en actividades de jardinería, se crea un espacio para la interacción y la cooperación mutua. Crea un ambiente propicio para el apoyo mutuo y la conexión emocional entre los mayores y sus cuidadores.

Beneficios para el cuidador del contacto con la naturaleza en el cuidado a personas mayores:

La importancia de la jardinería y el contacto con la naturaleza en la tercera edad va más allá de los beneficios exclusivos para las personas mayores, ya que también se extiende a los cuidadores familiares y profesionales.

Si bien es cierto que estas actividades ofrecen una variedad de ventajas físicas, emocionales y sociales para quienes están en la etapa de la vejez, su impacto positivo se expande para involucrar a aquellos que brindan cuidados a personas mayores.

Es importante entender cómo la jardinería y el contacto con la naturaleza suponen una fuente de bienestar para los cuidadores y personas relacionadas con el entorno del mayor.

Beneficios emocionales para la persona cuidadora:

Para los cuidadores, ya sean familiares o profesionales, el constante cuidado de personas mayores puede ser física y emocionalmente agotador. En este contexto, participar en actividades de jardinería puede ofrecer un valioso respiro y renovación de energías.

El contacto con la naturaleza proporciona un ambiente tranquilo y sereno que actúa como una ayuda para el manejo del estrés y la ansiedad asociados al cuidado constante. Por ejemplo, pasar tiempo en un jardín, ya sea plantando flores, podando arbustos o simplemente disfrutando del paisaje, permite a los cuidadores desconectar temporalmente de sus responsabilidades y sumergirse en un entorno relajante.

El acto de cuidar las plantas y observar su crecimiento gradual puede ser terapéutico, ofreciendo una sensación de logro y satisfacción que contrarresta el cansancio emocional. Además, el contacto físico con la tierra y las plantas puede tener efectos positivos en el bienestar mental, estimulando los sentidos y promoviendo una sensación de calma y equilibrio interior. Incluso el simple acto de disfrutar del aire fresco y los sonidos de la naturaleza durante la jardinería puede ayudar a reducir el nivel de estrés y mejorar el estado de ánimo.

Además, la jardinería ofrece a los cuidadores la oportunidad de disfrutar de un tiempo de calidad para ellos mismos, lejos de las demandas del cuidado constante. Este espacio de autocuidado es fundamental para prevenir el agotamiento y mantener un equilibrio saludable entre las responsabilidades de cuidado y las necesidades personales.

Impacto sobre el propio cuidado de la persona mayor:

La práctica de la jardinería no solo beneficia a la persona mayor en términos de salud y bienestar, sino que también ofrece una valiosa oportunidad para conectar y compartir experiencias con su cuidador. Este proceso compartido no solo fortalece los lazos emocionales entre el mayor y el cuidador, sino que también mejora significativamente la comunicación entre ambos. Al colaborar en proyectos de jardinería, como plantar flores, cultivar vegetales o simplemente disfrutar del entorno natural juntos, se crea un espacio propicio para el diálogo abierto y la interacción significativa.

La jardinería fomenta un ambiente colaborativo donde la persona mayor y su cuidador pueden trabajar juntos hacia un objetivo común. Este trabajo en equipo promueve un sentido de camaradería y complicidad, permitiendo que ambos compartan momentos de alegría, logro y satisfacción. Además, el proceso de cuidado conjunto en el jardín crea oportunidades naturales para conversaciones informales y compartimiento de experiencias, lo que facilita una comunicación más fluida y genuina entre el mayor y su cuidador.

Participar en actividades de jardinería también puede ayudar a romper las barreras de comunicación que a menudo surgen en la dinámica de cuidado. En lugar de centrarse únicamente en las tareas de cuidado, la jardinería proporciona un contexto neutral y relajado donde ambos pueden interactuar de manera más natural y espontánea. Esta conexión emocional fortalecida y la mejora en la comunicación contribuyen a un ambiente de cuidado más armonioso y efectivo, facilitando las propias tareas del cuidador al promover una mayor comprensión mutua y cooperación.

Cómo fomentar el contacto con la naturaleza en las personas mayores

Estas actividades pueden requerir un enfoque creativo y adaptado a las necesidades individuales de cada persona. Veamos algunas estrategias relevantes:

  • Adaptación del entorno: Asegúrate de que el espacio del jardín sea accesible y seguro para la persona mayor, eliminando obstáculos y proporcionando asientos cómodos si es necesario.
  • Selección de plantas adecuadas: Opta por plantas de bajo mantenimiento y fáciles de cuidar, como suculentas, hierbas aromáticas o flores perennes, que requieren menos esfuerzo pero aun así ofrecen belleza y satisfacción.
  • Fomenta actividades relevantes para la persona: Diseña diferentes áreas del jardín según los intereses de la persona mayor, como por ejemplo un área dedicada a diferentes hierbas para aquellos interesados en la cocina.
  • Involucra al entorno: Invita a otros familiares y amigos a participar en actividades de jardinería junto con la persona mayor, creando momentos de conexión y colaboración compartida.
  • Establecimiento de rutinas: Programa sesiones regulares de cuidado del jardín en el horario diario o semanal de la persona mayor, ayudándola a establecer una rutina reconfortante y significativa.
  • Uso de herramientas adaptadas: Proporciona herramientas de jardinería ergonómicas y adaptadas a las necesidades físicas de la persona mayor, como asas acolchadas o herramientas de mango largo para facilitar su uso.
  • Celebración de logros: Reconoce y celebra los éxitos y logros en el cuidado del jardín, ya sea el florecimiento de una planta o la cosecha de vegetales, reforzando así la autoestima y el sentido de logro de la persona mayor.

Explorar además otras actividades relacionadas, como actividades al aire libre, picnics, etc. también puede ser beneficioso. Al implementar estas estrategias, es posible fomentar el cuidado del jardín y el contacto con la naturaleza en las personas mayores, promoviendo así su bienestar físico, emocional y social.

Contacto con la naturaleza en el cuidado a personas de la tercera edad

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