Viajar es para muchos una gran fuente de placer, diversión y tranquilidad. Son muchas las familias que ahorran para hacer algún viaje en verano. También hay muchas personas mayores que incluso tienen una casita en el pueblo a la que acuden desde que eran pequeños.
Sin embargo para muchos hacer viajes, especialmente viajes largos, es un verdadero reto. Este es el caso de muchas personas mayores. Y es que con la edad, pueden desarrollarse determinados problemas físicos o mentales que pueden suponer un hándicap para esa clase de actividades.
A pesar de ello, antes de desistir de la posibilidad de continuar haciendo viajes, tratemos de adaptar los mismos para que sigan siendo posibles.
Aquí van algunos consejos y aspectos a tener en cuenta a la hora de afrontar un viaje con una persona mayor.
Índice
Posibles dificultades de una persona mayor a la hora de hacer un viaje
Realizar un viaje requiere de habilidades de planificación, solución de problemas e inconvenientes, etc. Esto, sumado al hecho de que tienes que adaptarte temporalmente a un entorno que no es el tuyo.
Por ello, hay determinadas dificultades que pueden hacer que viajar se complique significativamente para una persona mayor.
- Dificultades físicas:
- Entre ellas podemos encontrar dificultades auditivas o visuales, por ejemplo. Debido a ellas podemos vernos con mayor dificultar para comunicarnos, oír anuncios o alarmas, ver letreros para podernos orientar, etc.
- También podemos esperar que una persona mayor tenga mayor dificultar para caminar, fatigándose a la hora de subir y bajar escaleras o andando largas o incluso cortas distancias.
- Incluso el estar sentado largos periodos de tiempo puede ser incómodo, ya que causa ciertos dolores. También se puede sentir dolor si se ha caminado mucho, o si la persona se ha forzado mucho físicamente.
- Las personas mayores además pueden tener ciertos problemas de incontinencia que les provoquen la necesidad de encontrar un baño de forma frecuente.
- Las personas mayores a menudo pueden necesitar ayuda para hacer determinadas tareas, como vestirse, caminar, asearse, etc. Esto puede implicar la necesidad de ayuda humana o ayudas técnicas como bastones o sillas de ruedas.
- Las personas mayores tienen ciertas necesidades médicas ineludibles para mantener su salud. Incluye necesidad de oxígeno, a veces incluso 24 horas, toma de medicamentos, etc.
- Dificultades cognitivas:
- La pérdida de memoria a corto y/o largo plazo puede suponer un reto para planificar y realizar un viaje. Desde hacer la maleta, hasta recordar dónde has puesto los billetes.
- La desorientación será uno de los grandes retos de viajar con personas mayores. Pueden no recordar dónde están hospedados, cómo ir a un restaurante, o incluso a dónde se dirigían.
- Los viajes están repletos de imprevistos. Surgen problemas a diario: se te queda el móvil sin batería, pierdes la cartera, no conoces el lugar, etc. Para algunas personas mayores, adaptarse a las dificultades y tomar decisiones para solucionar los problemas que puedan surgir no es tan sencillo.
Si este es el caso de una persona mayor con la que deseas viajar, veamos qué podemos hacer para facilitar la tarea y disfrutar con ellos el viaje.
Consejos y pautas para viajar con personas mayores.
En primer lugar, es importante tener en cuenta que aunque determinadas tomas de decisiones pueden resultar complicadas, no es imposible. Es necesario poder distinguir entre ayudar a tomar decisiones e impedir que lo hagan. Tratemos de facilitar en todo momento la participación de la persona mayor en las decisiones del viaje. Esto podemos hacerlo ayudando a decidir el destino, qué ropa quiere llevar, si quiere que sea un viaje largo o corto, etc.
Cuando la toma de decisiones se vea más difícil, tratemos de simplificarlo. Dar siempre un par de opciones es más fácil que hacer preguntas abiertas. Por ejemplo, en lugar de preguntar qué a dónde quiere ir, podemos ofrecerle dos destinos para ver a cuál de los dos prefiere ir.
Cuando hayamos decidido ponernos manos a la obra, será importante planificar cuidadosamente cada detalle. Ayudemos a que puedan recordar todos los detalles. Esto incluye qué ropa llevar, cuánto dinero llevar, planificar las paradas necesarias para ir al servicio o descansar.
Será necesario del mismo modo comprobar la accesibilidad de aeropuertos y hotel y evitar itinerarios que sean en exceso exigentes para la persona mayor.
Atiende aquellas necesidades físicas de la persona también. Ten cuidado con la alimentación también cuando estéis fuera, protege la piel con cremas y ten cuidado con el sol. Es prudente que la persona mayor haga estiramientos previa y posteriormente al viaje.
Las necesidades físicas también pueden incluir ayudas técnicas como bastones, andadores y sillas de ruedas. Si son plegables, será más fácil su manejo. Si necesita llevarlos, asegúrate de que el lugar tenga espacios para ello: rampas, ascensores, etc.
Por último y no menos importante, planifica adecuadamente los temas médicos oportunos. Acuérdate de llevarte la medicación que vaya a necesitar. Incluir un pastillero es siempre útil, para poderse tomar la medicación cuando, por ejemplo, salgáis del hotel a comer.
Es útil e importante consultar con el médico antes de hacer el viaje, para que dé las pautas oportunas adaptadas al estado de la persona. El médico es el que mejor podrá tener en cuenta las dificultades y hará las sugerencias concretas oportunas.
Llevar un pequeño botiquín es también de gran utilidad. Acuérdate de llevar cremas hidratantes y protectores solares, vendas, analgésicos, pastillas para el mareo, etc.
Si tenemos cuidado y pensamos bien todos los pasos, con paciencia, el viaje con una persona mayor puede ser enriquecedor para ellos y divertido para todos.