Es por todos conocida la elevada brecha digital existente en la población actual. Esto es porque hasta un 40% de las personas mayores no se suelen valer de las nuevas tecnologías, alegando ya sea desconocimiento y falta de entendimiento en las mismas, falta de interés o ambas.
Esto cada vez más supone un problema, ya que aunque son muchas las ventajas que la tecnología puede aportar a una persona mayor, también el desconocimiento o la falta de experiencia en la misma puede provocar que sea esta población una de las más vulnerables ante estafas que se perpetran por estos medios.
Índice
Las estafas más comunes
El primer paso para poder prevenir las estafas es conocer las más comunes, de tal forma que si llegas a encontrarte con una situación similar puedas estar prevenido. Expliquemos por lo tanto cuales son las estafas en las que más suelen caer las personas mayores:
Una de las modalidades de estafa más conocidas y más comunes es el Phishing. Consiste en una serie de técnicas a través de las cuales contactan contigo, generalmente por email, suplantándola una persona, empresa o servicio de confianza, como tu banco, para ganarse la confianza de la persona y poderla manipular.
Con ello, pueden lograr que les des tus datos o incluso que realices un pago, bajo pretexto de fallo informático o por amenazas, afirmando que perderás tu cuenta o algo similar si no lo haces. Otra forma de hacerlo es facilitar en un email un link a una página web falsa, aunque idéntica a la real.
La realidad es que al pinchar en el enlace podrán robar tus datos cuando los introduzcas. Por ejemplo, si como hemos mencionado se hacen pasar por tu banco, en cuanto introduzcas tus contraseñas se podrán hacer con ellas.
También pueden ponerse en contacto por email o por teléfono, fingiendo una emergencia personal: se ponen en contacto afirmando ser un familiar o una persona allegada o diciendo llamar en su nombre, alegando algún problema: han tenido un accidente, les han detenido, etc., y solicitándote el envío de dinero para poderles ayudar.
Fruto de la preocupación, o incluso viéndose el riesgo aumentado si hay alguna clase de deterioro cognitivo, la persona puede caer en el error de pagar. Además, por desgracia, los estafadores se preparan adecuadamente, averiguando previamente los datos de la persona por la que llaman: nombre del familiar, de la propia persona, relación entre ambos, etc. Hoy en día es tan fácil como revisar las redes sociales.
También pueden ponerse en contacto por mensaje o por WhatsApp, solicitando por ejemplo que reenvíes un mensaje, alegando cualquier consecuencia negativa si no lo haces (se te cancelará la cuenta, se bloqueará WhatsApp o comenzará a ser de pago, te ocurrirá algo malo, o incluso te podrá ocurrir algo bueno si lo haces, como un golpe de suerte repentina).
Al fin y al cabo, todos conocemos las tristemente míticas cadenas de mensajes. Y es que a través de las mismas una tercera persona se puede hacer con los datos de contacto de tus amigos. Hoy en día, no solo pueden solicitarte dinero: la información es poder.
Si te ofrecen alguna clase de regalo (como en los conocidos mensajes en los que te indican que por ser el visitante número mil tienes un regalo, o cualquier otro pretexto) siempre te suelen indicar o que visites alguna clase de enlace o que envíes un pago para desbloquear el regalo, o incluso ambas.
Otra forma de estafa es ponerse en contacto con la persona mayor, indicando que se trata del servicio técnico, y explicando que por un fallo en tu ordenador, o bajo la excusa de hacerlo más seguro ante posibles virus, tomen control de él, tomando de nuevo tus datos en el proceso.
Estrategias para saber cómo prevenir estafas a personas mayores
Una vez conocidos los métodos más comúnmente utilizados para robar la información o el dinero de las personas mayores, veamos de qué maneras podemos poner de nuestra parte para evitarlo.
En primer lugar evita siempre que puedas que se conecte a redes wifi públicas, o por lo menos trata de que si lo hace no entre en ninguna página en la que tenga que introducir los datos o contraseñas.
Cuando el proveedor instale el router en casa de la persona mayor, solicita ayuda para que tenga el mejor cifrado posible en su red, haciendo la red privada segura. Trata también de cambiar a ser posible el nombre o la contraseña que viene por defecto.
Sin embargo en inevitable, por desgracia, tener que introducir datos personales en algunas ocasiones, como en compras online. Cuando eso ocurra, trata de comprar en empresas de confianza, revisa las políticas de devolución, comprueba el precio final y lee las opiniones del resto de clientes de la página, para evitar sorpresas.
Ten cuidado con las contraseñas privadas. Cuida que la persona no tenga apuntadas las contraseñas ni sus datos privados en ningún lugar visible, y explícale que no se las debe facilitar a nadie. Tampoco debe dar sus datos o usar sus contraseñas en páginas que no tengan un candado al lado de la dirección del enlace, que indique que es un sitio seguro.
En general, será una buena idea que no se fíen de una visita, cita, llamada o mensaje que no hayan solicitado, o de una empresa con la que ellos no hayan contactado previamente. Que no abran enlaces o archivos tampoco si son de origen desconocido, incluido enlaces que pueden dar una sensación falsa de seguridad, como seguridad social, el banco, etc. Es mejor llamar por teléfono para verificar, antes de dar ningún dato que nos soliciten.
Explica a la persona mayor también que en caso de que le soliciten información o le ofrezcan cualquier cosa, indique que tiene que consultarlo con alguien previamente. En muchas ocasiones, tan solo el indicar eso puede desanimar al estafador.
En cualquier caso, siempre que sospeches de que le han intentado timar, aun si no estás seguro, es importante denunciar ante la policía o la Guardia Civil lo antes posible, y explicarles la situación, para que puedan actuar como sea conveniente.
