Cómo gestionar las alergias estacionales en la tercera edad
Cómo gestionar las alergias estacionales en la tercera edad es el siguiente paso, una vez comprendes qué son y cómo afectan a las personas mayores. En esta entrada, explicamos qué es una alergia estacional, cuáles son sus síntomas en personas mayores y cuáles son los principales alérgenos que les pueden afectar.
Sin embargo, saber identificar el problema, y sus posibles consecuencias, es solo el primer paso. Es importante también saber actuar ante él. Por ello, es necesario una intervención lo más completa posible.
Aprender cómo gestionar las alergias estaciones en la tercera edad implica tener una mirada completa, teniendo en cuenta las diferentes estrategias que podemos llevar a cabo para mejorar su salud y su calidad de vida en el día a día.
Cómo gestionar las alergias estacionales en la tercera edad a nivel sanitario
Lo más esencial, y lo primero que debemos hacer, es consultar con un profesional de la salud. Es esencial que las personas mayores consulten a un médico si sospechan que tienen alergias estacionales. Un profesional de la salud puede realizar las pruebas oportunas para identificar los alérgenos específicos.
Gracias a ello, recetará los medicamentos adecuados y aconsejará sobre los cambios de vida más pertinentes para mejorar la calidad de vida de la persona, disminuyendo los síntomas.
Podría ser útil consultar con un médico sobre el uso de antihistamínicos, descongestionantes y otros tratamientos para controlar los síntomas de las alergias. Sin embargo, es también útil considerar tratamientos a largo plazo como las vacunas contra la alergia (inmunoterapia) si los síntomas son graves y persistentes.
Estrategias para gestionar las alergias estacionales en la tercera edad en su día a día
Además de los tratamientos médicos, hacer ciertos cambios en el estilo de vida puede ayudar a gestionar las alergias estacionales de una mejor manera:
- Mantén las ventanas cerradas: durante la temporada alta de polen, por ejemplo, es recomendable mantener las ventanas y puertas cerradas para evitar que entre en la casa.
- Evita el uso de ventiladores: los ventiladores podrían dispersar el polen en el hogar, empeorando por lo tanto los síntomas de la alergia. Usar en lugar de ello aire acondicionado, a una temperatura adecuada, puede ser una alternativa viable.
- Dúchate después de salir: tras estar en la calle, partículas de polen pueden quedarse adheridas al cuerpo y a la ropa. Ducharse y cambiarse de ropa evita que se queden y disminuye los síntomas de la alergia.
- Limpia la casa regularmente: por el mismo motivo, alérgenos como el polen pueden quedarse en el domicilio por más tiempo de lo que puedes pensar. Aspirar adecuadamente quitará los alérgenos de la casa.
- Identifica las mejores horas para salir de casa: en general, las primeras horas de la mañana y las últimas horas de la tarde son las más propensas a tener altos niveles de polen. Por ello, es mejor planificar actividades al aire libre para otros momentos del día.
- Lleva un diario de alergias: llevar un registro de los síntomas diarios y de los posibles desencadenantes puede ser útil para identificar patrones y planificar estrategias de gestión más efectivas. Anotar cuándo y dónde se presentan los síntomas, así como cualquier alimento consumido o actividad realizada, puede proporcionar información valiosa para el manejo de las alergias. Presenta siempre esta información al profesional de la salud para que pueda proceder de la forma más adecuada.
La importancia de la alimentación en el manejo de las alergias en las personas mayores
La alimentación puede jugar un papel fundamental en el manejo de las alergias estacionales. Veamos cómo:
- Fortalecimiento del sistema inmunológico: un sistema inmunológico fuerte es clave para combatir las alergias. Consumir alimentos ricos en vitaminas y minerales puede mejorar la respuesta inmunitaria del cuerpo. La vitamina C, que se encuentra en frutas como naranjas, fresas y kiwis, puede ayudar a reducir la severidad de las reacciones alérgicas. Además, alimentos ricos en vitamina D, como el pescado graso, también pueden apoyar la función inmunológica.
- Reducción de la inflamación: las alergias causan inflamación en el cuerpo, lo que lleva a síntomas como la congestión nasal y la picazón en los ojos. Consumir alimentos antiinflamatorios puede ayudar a mitigar estos efectos. Los ácidos grasos omega-3, presentes en pescados como el salmón y el atún, son conocidos por sus propiedades antiinflamatorias. Asimismo, las especias como la cúrcuma y el jengibre tienen compuestos que pueden ayudar a reducir la inflamación.
- Evitar alimentos que puedan empeorar las alergias: algunas personas pueden tener sensibilidades alimentarias que empeoran los síntomas de las alergias estacionales. Por ejemplo, ciertas frutas y verduras pueden causar reacciones cruzadas con los pólenes y empeorar los síntomas. Conocer estos alimentos y evitarlos durante la temporada alta de alergias puede ser beneficioso. Un dietista o alergólogo puede proporcionar orientación específica sobre qué alimentos evitar.
- Mantener una dieta equilibrada: una dieta equilibrada y variada asegura que el cuerpo reciba todos los nutrientes necesarios para mantenerse saludable. No solo apoya el sistema inmunológico, sino que también mejora la salud general, lo que puede ayudar a las personas mayores a enfrentar mejor las alergias.
- Hidratación adecuada: beber suficiente agua es crucial para mantener las membranas mucosas hidratadas y menos propensas a irritaciones. Puede aliviar la sequedad de la garganta y la congestión nasal.