Caidas en personas mayores

Caidas en personas mayores

Las personas mayores sufren caídas más a menudo de lo que podamos pensar, siendo esta una de las principales causas de lesión en la tercera edad. Por ese motivo, muchos ancianos sufren de problemas y dolores físicos, disminución en la autonomía, falta de independencia, etc. Puede incluso llegar a ser una causa de muerte por accidente.

Por ese motivo, prevenir las caídas y saber responder ante ellas se vuelve una tarea fundamental.

cuidador a domicilio personas mayores fundacion atilano

Factores de riesgo de caídas en personas mayores

Una gran parte de las personas mayores que sufren caídas lo hacen encontrándose en su propio domicilio. Es importante ser consciente de los posibles causas de caídas en personas mayores para tratar, en la medida de lo posible, de evitarlas.

  • Las dificultades de movilidad son una de las principales causas de caída en personas mayores. A menudo no tienen la capacidad para moverse sin ayuda, o tienen problemas de equilibrio. Por ello, es importante contar con las ayudas necesarias, sean alguien que le asista, un bastón, un andador, etc. Es importante que la persona mayor se conciencie de que necesita pedir ayuda si no se puede mover con la suficiente autonomía, ya que esto le hará no sufrir caídas que disminuyan aun más la independencia que tienen.
  • Su dieta. Esto incluye las comidas que puedan realizar, que coman equilibrado y cantidades suficientes, así como también es importante que beban los suficientes líquidos, en especial agua. Esto hará que el cuerpo esté más sano, así como que se encuentren mejor, por lo que tendrán mejor estabilidad a la hora de moverse. La falta de ingesta de líquidos es una causa habitual de mareos y una pobre dieta causa muchos problemas de salud.
  • Revisar la medicación: que esté bien pautada, y que se cumpla según el médico ha indicado. Si la medicación no está bien revisada, o la dosis no es la adecuada, a menudo pueden tener más mareos, desorientación, estar más “bajitos” o más apagados, etc., lo cual disminuye la estabilidad que pueden tener.
  • La fuerza muscular que tengan. Si no realizan el suficiente ejercicio físico, no tendrán la masa muscular necesaria para que sus piernas puedan sostener su cuerpo, o la capacidad física de responder y mantenerse de pie si se tropiezan o si se desequilibran.
  • La sensibilidad que puedan tener, en especial en sus pies. Notar adecuadamente por dónde caminas, cómo te mueves, etc. ayuda a poderse mantener estable, tanto en casa como fuera de ella.
  • Los problemas de audición o visión naturalmente también influyen, dificultando la orientación en el entorno y aumentando las posibilidades de que las personas mayores se puedan caer. Ante una mayor dificultad, sobre todo de visión, es importante que la casa esté adaptada y que cuenten con las ayudas oportunas.
  • Controlar las constantes vitales de forma diaria es también de vital importancia. La tensión arterial o la frecuencia cardiaca pueden causar en muchas ocasiones que la persona mayor se desoriente, pierda el equilibrio o se pueda marear y caer.
  • Las capacidades cognitivas también influyen. A menudo personas con demencia senil, Alzheimer u otras formas de deterioro cognitivo sufren más caídas. Esto es tanto por falta de conciencia de las propias dificultades como falta de aceptación de la ayuda necesaria, o una mayor desorientación espacial.

Prevención de caídas en personas mayores

Con todo esto, podemos empezar a imaginar cuáles son las principales medidas que podemos tomar para reducir al máximo el número de veces que una persona mayor se pueda caer, o al menos reducir su gravedad.

Una de las medidas principales, es adaptar la vivienda. Entre las principales medidas, será importante una iluminación adecuada, evitar obstáculos, como pueden ser alfombras o muebles en la medida que sea posible (para facilitar la movilidad), evitar suelos resbaladizos, cables, etc. y adaptar las puertas y las diferentes habitaciones para que la persona pueda moverse con mayor libertad. También es importante contar con agarraderos y sujeciones en los lugares más importantes, como en el baño o cerca de la cama. Puedes encontrar en nuestro blog ideas y ayudas para adaptar adecuadamente una vivienda para una persona mayor.

También, como hemos mencionado, será importante cuidar la salud de la persona mayor, su nutrición, su hidratación, su forma física, su medicación, etc.

Asegurarse de que la persona lleva un calzado adecuado también puede evitar más problemas y caídas de las que pudiéramos imaginar. Esto incluye que sea un calzado cómodo y que la talla sea adecuada. Evitar rozaduras y heridas puede evitar a su vez dificultades a la hora de caminar que provoquen caídas y daños.

Caidas en personas mayores

Cómo actuar tras las caídas en personas mayores

Ya sabemos qué medidas podemos tomar para tratar de hacer todo lo que esté en nuestra mano para evitar las caídas en personas mayores. No obstante, no siempre vamos a poderlo evitar, y habrá ocasiones en las que no nos sea posible.

Lo más importante, es mantener la calma en todo momento, y saber reaccionar si algo malo ocurre. Esto es porque aunque queramos, no siempre lo vamos a poder controlar todo. En cambio, una buena y rápida respuesta cuando sucede algo es vital para que las consecuencias sean peores.

En primer lugar, contar con un sistema de teleasistencia es siempre muy útil ya que facilita poder avisar a los sistemas de emergencia de forma inmediata, incluso en aquellas ocasiones en las que la persona mayor se encuentre sola. Como hemos mencionado, una respuesta rápida puede ser vital.

En caso de no contar con uno, tener teléfonos en los lugares principales es muy útil. Por ejemplo, en el dormitorio cerca de la cama, en la sala principal, donde la persona se suela sentar, e incluso un móvil en el cuarto de baño. También es importante conocer los teléfonos de emergencia, principalmente el 112. Si la persona tiene alguna clase de deterioro, poner carteles identificativos en un buen tamaño puede ser una buena idea.

En cuanto a cómo incorporar a la persona mayor, es importante hacerlo con cuidado y progresivamente. Lo primero, será asegurarse de que no hay dolor. Si no lo hay, proseguiremos en primer lugar poniendo a la persona boca abajo, para ayudarle después a poner los codos y rodillas en el suelo. Entonces le ayudaremos a incorporar la parte superior de su cuerpo, quedando pues de rodillas sobre el suelo. Después, con los apoyos necesarios (una persona, un bastón, etc.) podemos ayudarle a incorporarse del todo.

Si hay dolor, en cambio, será mejor dejar a la persona quieta en el suelo, tumbada y con la cabeza hacia un lado, esperando a los profesionales médicos.

Con todas estas ideas y pautas, podemos conseguir evitar que la persona se caída, y saber responder si finalmente no lo hemos podido evitar. Cualquier duda, siempre es mejor llamar a un profesional para que nos dé las pautas oportunas.

Contáctanos

This contact form is deactivated because you refused to accept Google reCaptcha service which is necessary to validate any messages sent by the form.
© FundaciónFASS 2024 - Todos los derechos reservados